Años atrás se buscó a toda costa convertir el Mercado El Alto, en un espacio fifí, como el de la Roma, cuentan.
Sin embargo, perdería el toque tradicional.
Pretendió sacar a los locatarios originales para incorporar franquicias y restaurantes de renombre. Los meses pasaron y el proyecto naufragó.
Hoy, la historia es otra, el rescate de este icónico espacio es una realidad, sin perder su esencia.