El cuerpo del líder opositor ruso Alexei Navalny, fallecido inesperadamente en prisión hace nueve días, fue entregado el sábado a su madre en la remota ciudad ártica de Salekhard, informó su portavoz.
En un video grabado antes de la entrega del cuerpo, la viuda de Navalny, Yulia Navalnaya, acusó al «demoníaco» presidente ruso, Vladimir Putin, de «torturar» el cadáver de un opositor político.
Los aliados de Navalny instaron a sus partidarios a «no relajarse» y su portavoz, Kira Yarmysh, escribió en X que no había certeza de que las autoridades rusas dejaran a los familiares celebrar un funeral «como la familia quiere y como Alexei merece».
En su video de seis minutos publicado en YouTube, Navalnaya dijo que continuaría la lucha contra el régimen de Putin, cuestionó la fe del presidente y le acusó de mantener el cuerpo de su marido como «rehén».
El viernes, la madre de Navalny, Lyudmila, dijo que los investigadores rusos se negaban a entregar el cuerpo en la morgue de Salekhard hasta que ella accediera a velarlo sin un funeral público. Aseguró que un funcionario le había dicho que debía acceder a sus demandas, ya que el cuerpo de Navalny ya se estaba descomponiendo.
El sábado, los asesores de Navalny dijeron que las autoridades habían amenazado con enterrarlo en la remota colonia penitenciaria donde murió a menos que su familia aceptara sus condiciones.
Desde su regreso a la presidencia rusa en 2012, Putin se ha posicionado como defensor de los valores tradicionales y conservadores frente a lo que él considera un liberalismo occidental corrosivo. También ha pregonado su cercanía a la Iglesia Ortodoxa rusa, apareciendo regularmente en los servicios religiosos y hablando de su fe personal.
Navalnaya dijo que su marido había sido un cristiano devoto, que asistía a la iglesia y había ayunado en Cuaresma incluso estando en prisión. Dijo que su activismo político se había inspirado en valores cristianos.
REUTERS