Disfrutando de la tarde de verano al borde de la piscina, Lara Sanson, oriunda de Tucumán, provincia del noroeste argentino, quiso posar para las cámaras junto a la mascota de un amigo, un pastor alemán llamado Kenai, que la mordió salvajemente mientras ella lo abrazaba.
Como consecuencia del ataque, Lara tuvo que ser asistida de inmediato: la sometieron a una cirugía estética de dos horas, recibió 40 puntos internos y externos en el rostro, y la vacuna antitetánica.
El brutal incidente quedó registrado en una detallada secuencia de imágenes, que la protagonista terminó por compartir a través de Twitter: “Sesión de fotos con Kenai sale mal”, posteó.
En las primeras postales, la joven posa sonriente y cómoda mientras abraza al perro. En la tercera, el animal abre la boca y la muerde inesperadamente.
Sesión de fotos con Kenai sale mal pic.twitter.com/gYU76iGGFC
— •Lara• (@LaruSanson) January 14, 2020
Por último, aparecen las imágenes del rostro inflamado, con suturas en el labio, la ceja y ambos pómulos. “Una nueva cicatriz”, bromeó Lara.
A pesar de las marcas y de haber pasado por el quirófano, Lara dijo prensa local que la experiencia no fue tan dolorosa como la gente podría pensar. «Es muy raro, porque no sentí dolor en el momento de la mordida, y después de la operación tampoco. Solo tuve molestias por la inflamación y problemas para comer», detalló.
Las repercusiones
La publicación se viralizó rápidamente y, como era de esperarse, la historia de Lara hizo a muchos recordar otras historias.
Versión profesional
Ante la avalancha de mensajes la tucumana de 17 años tuvo que salir a explicar que era la primera vez que el perro atacaba a alguien y que no será sacrificado.
“No sé si fue que le toqué la cadera y está vieja, y reaccionó así, o fue porque lo abracé y lo intimidé», aclaró.
En este sentido, el veterinario Juan Enrique Romero explicó a La Nación que Kenai que un perro jamás muerde porque sí. «La reacción brusca es su único modo de defenderse», justificó.
Romero sugirió que en estos casos es importante corroborar que el animal tenga la vacuna antitetánica y someterlo a una observación veterinaria durante al menos 10 días para descartar enfermedades. De ser así, Kenai podría haber reaccionado mal ante el contacto brusco.
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