Académicos, expertos y doctorandos se reúnen en la Ibero Puebla para dialogar y debatir los nuevos paradigmas de las ciencias sociales.
La Ibero Puebla, a través de su tradición educativa humanista, ha buscado ser un ágora para discutir nuevas formas de incidir en la realidad que nutran la reconstrucción de un mundo roto. Por ello, se congratuló de ser sede del 1er Congreso Iberoamericano sobre Enseñanza, Aprendizaje e Identidad Dialógica.
Este evento es el primero en su tipo en Latinoamérica, y reúne a instituciones educativas y científicas de diversas partes del globo para dialogar los nuevos paradigmas de las ciencias sociales que han revolucionado la enseñanza y reconstruyen el tejido social. La directora general Académica, Lilia Vélez Iglesias, dio la bienvenida a este importante diálogo.
Las autoridades que hicieron posible este encuentro se dijeron dichosas de poder aprender de los importantes catedráticos que compartirán sus conocimientos a lo largo de tres días. Carles Monereo Font, de la Universidad Autónoma de Barcelona, como presidente del Congreso y conferencista, remarcó el carácter científico e innovador que contiene la discusión de estas temáticas.
Para el presidente, este evento es el resultado de un trabajo conjunto que se fortalece con el diálogo de saberes y la difusión científica para el gremio científico social. Luis Medina-Gual, de la Ibero Ciudad de México y coordinador del Comité Científico, aportó el panorama en que se sitúa este dialogo, el cual, para la academia y el gremio, es una columna vertebral.
Construir nuevas personas y nuevos mundos
La conferencia inaugural fue llevada a cabo por Hubert Hermans, catedrático y principal exponente en las ciencias sociales modernas de la teoría de la identidad dialógica. El experto de la Universidad Radboud de Nimega abrió paso a una importante discusión que aporta a la construcción de nuevos paradigmas pedagógicos, sociales y científicos: la identidad dialógica.
Esta teoría es conceptualizada formalmente como una multiplicidad dinámica que vive en cada ser, que le otorga una autonomía relativa de cada posición del ser dentro de su propia mente. El doctor Hermans lo describe como “dos posiciones opuestas que dialogan para formar una sola”, casi como una pieza polifónica.
La identidad dialógica es una parte esencial para la formación de una identidad comunitaria, ya que si bien esta teoría se centra en el dialogo interno, este se ve fuertemente influenciado por la cultura, la sociedad y el contexto que atraviesa a un sujeto; estos factores formarán en gran medida a un ser completo, pensante y único en sí mismo por la diversidad que coexiste en su interior.
Además, la identidad dialógica, junto con sus posiciones y metaposiciones del ser —aquellas que devienen después del reconocimiento del ser interno y auténtico, y que nos determinan en otros vínculos sociales—, proviene de una identidad comunitaria ya establecida, como la familia o la dinámica social en que nos insertamos. El doctor Hermans las llama we positions.
Construir una identidad dialógica, permite a los seres posicionarse en un contexto y dar sentido a su trayectoria de vida y, por consecuente, dan una respuesta más auténtica, diversa y humana a la sociedad que los rodea. A nivel pedagógico, las y los educadores necesitan ser conscientes de su ser dialógico para poder acercarse a sus pupilos y poder brindarles herramientas eficaces para la vida.