Desde Argentinallegó el joven escritor Haidu Kowski para presentar en el Centro de Creación Literaria “Xavier Villaurrutia”, en la Ciudad de México, su reciente novela “Instrucciones para robar supermercados” la cual, a decir de Mariana H. “ha venido a renovar la picaresca latinoamericana”.
Mariana H., una de las convidadas a la presentación del texto, realizó a través de sus glosas una espléndida introducción a la igualmente perturbadora novela de Kowski, en tanto que el escritor e ilustrado Bernardo Fernández (Bef) destacó el rigor literario con que ese autor tejió la historia para ofrecer al lector una historia poco común.
El escritor argentino Haidu Kowski (Adrián Elías Haidukowski, Buenos Aires 1974), presentó por vez primera en México “Instrucciones para robar supermercados”, su más reciente novela en la que se retrata la incesante búsqueda del bienestar, “y cuyo camino puede recorrer los límites de la legalidad y lo moralmente aceptado”, aseguró él mismo.
“Instrucciones para robar supermercados” narra la historia de “Franco”, un empleado de supermercado que un día es asaltado, y horas más tarde, él es despedido de su empleo tras ser descubierto hurtando artículos de ese establecimiento por las cámaras de seguridad. Golpeado física y moralmente se encuentra en el limbo del desempleo.
De esa forma, explicó el autor, su vida dará un giro cuando él mismo tome la decisión de encarar al sistema. “Franco” en algo mitigará su hambre con el ingenio, el cual le servirá para alimentarse, y para cambiar su vida tras una proposición de negocios que nada más un individuo con su habilidad puede llevar a cabo con todo éxito.
Haidu Kowski explicó con lujo de detalles que comenzó a escribir esta novela cuando se quedó desempleado, y trabajó en un supermercado en donde encontró la inspiración necesaria para reflejar en sus páginas la forma en que “Franco” convierte esta práctica en un emprendimiento productivo llevado a gran escala.
En la tertulia que el público colmó el íntimo espacio del “Xavier Villaurrutia”, el autor refirió que en “Instrucciones para robar supermercados” los lectores descubrirán la transformación del personaje principal, quien pasa de ser un hombre tímido y normal a un importante delincuente, como hay pocos en la actualidad.
“Franco” está dispuesto a probar todo. Luego de ser despedido de su trabajo, descubre un nuevo modo de vida: Robar supermercados. Su método infalible pronto se convierte en un negocio a gran escala que le abre las puertas a una carrera desenfrenada de sexo, alcohol, drogas y excesos de todo tipo.
De la mano de “Salcedo”, un paraguayo adicto al viagra que será su compañero de ruta, y del “Tío”, una suerte de padrino que regentea varios restaurantes donde comercializan la mercadería robada, “Franco” rompe todos los límites: Incesto, antropofagia, orgías, tiroteos, prostitución y enfrentamientos sangrientos con la mafia china.
“Nada falta en esta novela impúdica, corrosiva, desopilante y absolutamente genial”, coincidieron los presentadores, y el autor no tuvo más remedio que aceptar esa genial descripción de su trabajo con una sonrisa que delató algo de biográfico en el relato que se antoja tan espeluznante, como atractivo al mismo tiempo.