¿Cuánto vale una vida entera rota por una injusticia? Esa es la pregunta que emana de la experiencia y las reflexiones del afroamericano Ronnie Long, de 65 años de edad.
Long pasó las dos terceras partes de su vida, casi 44 años, en prisión en Carolina del Norte tras haber sido acusado en 1976 de violar a una mujer de raza blanca. Él siempre sostuvo que era inocente pero, narra CNN, un jurado compuesto exclusivamente por blancos lo halló culpable y lo condenó a cadena perpetua (o a 80 años, según The Charlotte Observer).
Así, durante casi 44 años, Long permaneció en prisión, donde se perdieron sus años de juventud y madurez y se le apartó de vivir y compartir con su familia.
Pero aunque estaba sumido en una situación extraordinariamente difícil, Long no se dio por vencido. Durante décadas presentó apelaciones, que le fueron constantemente negadas, para exponer su inocencia hasta que, finalmente, se reveló que la condena de Long era errada y él fue liberado en 2020 y recibió un perdón concedido por el gobernador de Carolina del Norte.
¿Cuánto vale una vida entera perdida?
De acuerdo a CNN, la jueza Stephanie Thacker, de la Cuarta Corte de Circuito de Apelaciones, señaló que se dieron varias “revelaciones que han expuesto una problemático y duro patrón de supresión deliberada de evidencia por parte de la policía”. Eso habría sido la causa de que Long hubiese sido injustamente hallado culpable.
Evidencia que habría exculpado a Long en el juicio desapareció o no fue presentada de modo intencional, y las 12 personas que integraron el jurado fueron seleccionadas entre un grupo cuya integridad había sido previamente alterada, lo que condujo a un juicio y una condena corruptas contra Long, indicó The Charlotte Observer.
En consecuencia, Long fue liberado en septiembre de 2020 y el perdón le llegó antes de la Navidad de ese año, tras casi 44 años en prisión. Además, se le asignó una compensación de 750,000 dólares.
Pero Long no está de acuerdo con esa cifra.
La ley en Carolina del Norte señala que se pagarán 50,000 dólares por año de prisión en los casos de condenas que son declaradas erróneas, pero también establece un tope de 750,000 dólares a ese pago. Eso indica que a Long solo se le compensaron los primeros 15 años que pasó en la cárcel siendo inocente, pero no los otros 29 años. Si se le hubieran pagado 50,000 dólares por cada uno de sus 44 años en prisión, Long debería haber recibido 2.2 millones de dólares de compensación.
Pero solo le tocaron 750,000.
“Aunque agradecidos porque el señor Long recibió 750,000 dólares de compensación, esa cantidad es completamente inadecuada para compensar que se le quitaron más de 44 años de su libertad”, dijo el abogado de Long.
“¿Cómo pueden decir que mi vida vale solo 750,000 dólares? No debería haber un tope a la vida de una persona”, dijo Long de acuerdo con CNN.
Y él denuncia que si fue condenado se debió a actos intencionales: “todo lo que transpiró para ponerme tras las rejas fue intencional”. Es decir, si estuvo 44 años en prisión fue porque policías, y otras instancias del estado, maquinaron su condena de culpabilidad pese a que, posiblemente, sabían que él no era culpable.
Y todo ello fue ciertamente desgarrador: mientras Long estuvo en la cárcel por más de cuatro décadas sus padres fallecieron, su hijo creció y se hizo mayor. Todo ello sin que Long pudiera ser parte de esos importantes momentos.
Ahora estoy de vuelta entre los vivos
Aunque le parecen pocos los 750,000 dólares, y de acuerdo a CNN quizá Long podría tratar de retar la ley que impone topes a esa compensación, por ahora él está disfrutando su libertad.
Pero Long lanza una advertencia: “esto tiene que ser atendido porque si me pasó a mí te puede pasar a ti”. Así, no descarta reiniciar su lucha legal, “sacudiendo árboles”, en su afán de que se incremente su compensación.
“¿Justo, qué es justo? Pregúntese usted mismo eso cuando esa gente le quite sus 20 años, sus 30, sus 40, sus 50 y empezaba con sus 60… ¿Me preguntan qué es justo? Yo tuve una madre muerta y un padre enterrado… Usted dígame qué es justo”, dijo firme Long al Observer sobre la condena que debió cumplir y la compensación que recibió.
Por lo pronto, Long se compró el auto de sus sueños, un Cadillac, el primer vehículo que ha tenido en 50 años y renta una casa con planes de comprarse una.”Ahora estoy viviendo, estoy de vuelta entre los vivos. Soy el testimonio, vivo y caminando, de una segunda oportunidad”, contó Long a la citada televisora.
Long, además, vive con su esposa Ashleigh, 30 años más joven, y a quien conoció años atrás, cuando él aún estaba en prisión y ella se interesó en su caso judicial, indicó Real-Fix.
Ashleigh fue clave en el impulso para que Long fuera finalmente liberado, contó en su momento la televisora CBS17.
A sus 65 años, ciertamente Long está comenzando una nueva vida.
Pero él no aún no ha dejado de luchar y podría emprender un nuevo esfuerzo para que se le compense económicamente de modo más cuantioso: “Diablos, no estoy satisfecho. Tú tampoco lo estarías si estuvieras en mi posición…”, comentó Long al Observer.
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