En el marco de las conmemoraciones emblemáticas de 2021 “Año de la Independencia y la Grandeza de México”, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (INEHRM), conmemora los 500 años de resistencia indígena y la toma de México Tenochtitlan con un foro virtual.
El encuentro académico forma parte de las actividades de “Contigo en las distancia” y será transmitido por su plataforma contigoenladistancia.cultura.gob.mx y las redes sociales del INEHRM: Facebook /inehrm.fanpage, en Twitter @inehrm y en YouTube en Canal INEHRM, el jueves 12 de agosto, a las 17:00 horas.
El Foro se organiza en colaboración la Dirección General de la Coordinación de Memoria Histórica y Cultural de México; el Acervo Histórico Diplomático, de la Secretaría de Relaciones Exteriores; el Archivo General Agrario, de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, y la Dirección General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial, de la Conservaduría de Palacio Nacional, de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público.
Participarán el arqueólogo, antropólogo e historiador Carlos Brokmann Haro, investigador de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos; el historiador Pablo Escalante Gonzalbo, investigador del Instituto de Investigaciones Estéticas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM); la etnohistoriadora Raquel Guereca Torres y el historiador, narrador y traductor Federico Navarrete Linares, ambos investigadores del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM, este último creador del sitio web Noticonquista.
El 8 de noviembre de 1519 Hernán Cortés y sus hombres entraron al islote-ciudad de México-Tenochtitlan, cabeza del entonces territorio mexica. Al acercarse, los españoles quedaron maravillados ante el espectáculo de la urbe en medio de un lago.
Bernal Díaz del Castillo, que pertenecía al grupo, escribió un testimonio inolvidable de este momento: “y desde que vimos tantas ciudades y villas pobladas en el agua, y en tierra firme otras grandes poblaciones, y aquella calzada tan derecha y por nivel como iba a México, nos quedamos admirados, y decíamos que parecía a las cosas de encantamiento que cuentan en el libro de Amadís, por las grandes torres y cúes (pirámides) y edificios que tenían dentro en el agua, y todos de calicanto”.
El asedio y toma de México-Tenochtitlan tuvo momentos dramáticos, con victorias para los sitiadores y para los sitiados. Hernán Cortés estuvo a punto de perder la vida en dos ocasiones. En un momento, después de una victoria sonada de los mexicas, la alianza anti-mexica estuvo a punto de desbandarse; muchos aliados indígenas abandonaron temporalmente el campo.
Pero al fin vencieron. La ciudad destruida quedó sembrada con los cadáveres de sus defensores y el 13 de agosto de 1521 Cuauhtémoc fue capturado y México-Tenochtitlan se rindió. Una buena parte de las personas sobrevivientes huyeron de la ciudad, de la devastación, del hambre y de la muerte.
La toma de Tenochtitlan fue una victoria de los indios conquistadores, los tlaxcaltecas, texcocanos, totonacos, y otros grupos indígenas y de los españoles que representaban apenas menos del uno por ciento de las fuerzas combatientes.
Tras la derrota de la capital mexica, otra guerra de larga duración dio inicio, la de la imposición colonial, la sumisión a una cultura europea como modelo de civilización y el racismo interior, de la inferioridad del indígena, entre sus principales rasgos.
A lo largo de cinco siglos los pueblos originarios continuaron la reivindicación de sus derechos territoriales y agrarios, con la defensa de sus recursos naturales, tierras, identidades culturales, lenguas y su autodeterminación.