Ya no quedan equipos invictos en las cinco grandes ligas. Con un cabezazo espléndido de Dzeko a centro de Dimarco, el Inter despojó de esta condición al Nápoles (1-0), que vio reducido a cinco puntos su colchón en el liderato sobre el Milan, tras un duelo en el que tuvo fases de control pero nula amenaza. En cambio, los de Inzaghi se reengancharon a la lucha por el ‘Scudetto’ en una actuación sólida en defensa y demoledora a la contra.

Pese a la suplencia de Lautaro, el Inter salió en tromba a la noche de Milán. Más agresivo en cada disputa, sus ataques eran fugaces zarpazos. En uno de ellos, Lukaku protegió el esférico ante Kim y centró a la media vuelta en busca de la sorpresiva entrada de Dimarco en el segundo palo. El carrilero, solo y con toda la portería para él, pegó tan mal al cuero que se marchó fuera de banda.

El susto espabiló al Nápoles, que escondió la pelota para capear el temporal. Lobotka, omnipresente, se encargó de que el plan funcionara. Paciente, el cuadro ‘azzurro’ se asentó en campo rival, pero sin penetrar en el entramado defensivo del Inter, especialmente duro sobre Kvaratskhelia, tan insistente como espeso. En cambio, los de Inzaghi buscaban jugar rápido y vertical.

Un pase profundo de Skriniar bastó para superar la adelantada zaga partenopea. Lukaku recibió al espacio, Dzeko amortiguó su centro y el zapatazo de Darmian, solo llegando desde atrás al área, se marchó alto por un alfiler. Subió líneas de presión el Inter y casi encontró premio. Tras una pérdida de Lobotka, Barella habilitó de tacón a Lukaku, cuyo remate no encontró puerta por poco. Anguissa, con un tiro incómodo y desviado, replicó en el tiempo añadido.

Los ‘nerazzurri’ reeditaron su impetuoso arranque al inicio de la segunda mitad y esta vez sí estrenaron el marcador gracias a un centro preciso de Dimarco que Dzeko cabeceó con violencia a la red. Spalletti zarandeó el ataque con la entrada de Raspadori y Lozano por Zielinski y Politano, con nulo rendimiento.

Ante la solidez del Inter, capaz de aguantar la pelota y defender lejos de su arco, el técnico del Nápoles metió a Simeone como tercer delantero sin desatascar así el precipitado ataque partenopeo. Aun así, Raspadori tuvo el empate en sus botas al pescar un balón en el área que se estrelló en Onana. Con este triunfo, el Inter se sitúa a ocho puntos del Nápoles, que deberá demostrar su fortaleza mental si quiere ser campeón.

Sport.es