México. Grandeza y diversidad se concibió con las lunas de octubre de 2020. Un año después, en tiempo récord, la edición del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) está siendo presentada al público en las más importantes ferias editoriales de nuestro país; sin embargo, aquí no termina el recorrido de este libro, ya que fue concebido para derivar en diversos materiales de divulgación y en una plataforma multimedia.
Así lo informó la coordinadora nacional de Difusión del INAH, Beatriz Quintanar Hinojosa, al abundar que el tiraje de 120 mil ejemplares se distribuirá de forma gratuita entre los maestros de nivel medio, a través de los canales de la Secretaría de Educación Pública. En tanto, el Fondo de Cultura Económica prepara una versión sintetizada de la obra para su venta al público en general.
En el marco de la presentación de la obra en la XXI Feria Internacional del Libro del Zócalo (FILZ), también se dieron a conocer los primeros fascículos para los públicos infantil y juvenil, los cuales derivan de los contenidos de cada uno de sus capítulos. La experta en educación Ana María Prieto Hernández fue la encargada de hacer estas adaptaciones –a punto de ingresar a la imprenta– bajo la supervisión de los autores.
Como explica Beatriz Quintanar, en total saldrán diez fascículos que, a su vez, son números dobles. El primero de ellos contiene los capítulos México, un paisaje en transformación y Los primeros grupos humanos.
Por otra parte –adelantó–, está en construcción el dominio homónimo México. Grandeza y diversidad. Se trata de una plataforma digital que estará ligada a la página electrónica del INAH y a la Mediateca, donde todo interesado podrá encontrar los contenidos del libro y de los fascículos: textos, bibliografía, gráficos e imágenes en formato PDF, además de entrevistas a las y los autores.
En la presentación, el editor Jaime Bali resaltó que la Presidencia de la República encargó la coordinación de esta obra a una institución que en 2024 estará cumpliendo dos siglos de experiencia editorial: “Con este libro publicado bajo el impulso de las grandes transformaciones del país, y miles que han sido editados por el INAH, se continúa con una tradición de trabajo editorial que se inició en 1824, en el Museo Nacional. Una tradición con casi 200 años de ricas experiencia”, expresó.
En el diálogo, el cual fue moderado por la secretaria técnica del INAH, Aída Castilleja González, los investigadores Laura Ledesma Gallegos y Pedro Francisco Sánchez Nava hablaron de lo que representó coordinar las voces de antropólogos físicos, biólogos, paleontólogos, historiadores, etnohistoriadores y arqueólogos, entre otros, para concebir los capítulos 2, 4 y 5 del libro.
“Aceptamos el reto enorme de explicar, en primer lugar, cuáles fueron las culturas que durante 3,000 años ocuparon el territorio mexicano y cómo se articularon entre sí en regiones particulares. Reconocimos la oportunidad de aproximarnos a las respuestas de esas preguntas y otras más, con datos arqueológicos obtenidos, cuando menos, en la última década. A final, con los aportes de colegas y colaboradores terminamos cubriendo una línea temporal de 11,000 años”, señaló la también presidenta del Consejo de Arqueología del INAH.
Por su parte, el coordinador nacional de Arqueología, Pedro Francisco Sánchez Nava, comentó que después del apartado que da cuenta del entorno natural y de las transformaciones del paisaje que han ocurrido en nuestro territorio, el capítulo 2 narra el discurrir de los primeros pobladores de lo que hoy es México, periplo que inició hace cerca de 20,000 años con el arribo de grupos de cazadores-recolectores y pescadores al norponiente de América, provenientes de Eurasia.
“El tránsito de estos grupos queda manifiesto en la cultura material que recuperamos los arqueólogos de la península de Baja California a la de Yucatán, como son los utensilios –principalmente de piedra–, modificación de su entorno como el acondicionamiento de refugios, huellas de casas, evidencias de talleres u otras áreas de actividad, manifestaciones gráfico-rupestres o incluso la presencia de restos óseos”, detalló a los asistentes.
Como conclusión, la directora de Estudios Históricos del INAH, Delia Salazar Anaya, quien también coordinó varios capítulos, dijo que fue complicado atender cada uno de los periodos de nuestra historia, pues tan solo el tema de la conquista implica aclarar que se trató de un proceso: “Lejos de terminar con la caída de Tenochtitlan, la conquista continuó hacia los cuatro puntos cardinales y en varias regiones no terminó en la época novohispana, se mantuvo en los siglos XIX y XX. Es más, hoy en día seguimos hablando de conflictos como el del pueblo yaqui”.