El Año Nuevo fue recibido con vítores por las decenas de miles de personas que se congregaron en Times Square, en Nueva York, bajo una lluvia de confeti, besos y abrazos luego del descenso de la colorida esfera que marca el inicio de un 2024 esperanzador para algunos, pese a que las guerras restaron brillo a algunas celebraciones y elevaron la preocupación por la seguridad en todo el planeta.

“Es precioso”, dijo Corin Christian de Charlotte, Carolina del Norte, segundos después de la medionoche, mientras en los altavoces sonaba “New York, New York”, de Frank Sinatra.

“Por ahora va muy bien”, afirmó Jacob Eriksson, que llegó desde Salt Lake City, Utah, en una temprana evaluación del recién estrenado 2024.

La llegada de la medianoche fue dando paso al año nuevo en las distintas zonas horarias. En Australia, más de 1 millón de personas presenciaron un espectáculo de pirotecnia centrado en la ópera y el puente de la bahía de Sydney — el equivalente a uno de cada cinco residentes en la ciudad — cuando aún faltaban 16 horas para que Nueva York estrenase el 2024.

Antes de la medianoche en Times Square, December Lee, de 26 años, y Shadayah Lawrence, de 25, de Columbus, Ohio, contaron que la visita a Nueva York era un momento importante tras cuatro años de viajes alrededor del mundo.

“Es una buena forma de entrar en el año nuevo”, apuntó Lee.

También en la icónica plaza neoyorquina, Tyrell Jacobs, de 27, y Sarah Crayton, de 26, que habían llegado desde Nueva Orleans 15 horas antes del inicio del año, se comprometieron en unas calles atestadas con decenas de miles de personas.

“Sin duda, es una visita obligada”, dijo Crayton acerca del colorido elenco de extraños ataviados con grandes gorros que hacían ruido antes incluso de la caída de la esfera. “Hay que venir al menos una vez, ya sabe, para vivir la magia”.

Un pequeño ejército de miles de policías trabajó para mantener la seguridad en la Ciudad de Nueva York, como ocurrió con los reforzados operativos de seguridad en otras grandes ciudades antes. En Nueva York se han registrado protestas casi diarias en contra de la guerra entre Israel y Hamás.

En toda Francia se movilizaron unos 90.000 policías y agentes de seguridad, incluyendo en la avenida de los Campos Elíseos, donde una gran multitud presenció un espectáculo de luz multidimensional proyectado sobre el Arco del Triunfo que mostraba la historia de París y anticipaba los Juegos Olímpicos que se celebrarán en verano en la capital gala.

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En Rusia, las acciones militares del país en Ucrania han opacado los festejos de Año Nuevo. Los tradicionales fuegos artificiales y el concierto en la Plaza Roja de Moscú fueron cancelados, igual que ocurrió el año pasado. Incluso sin las celebraciones oficiales, la gente se congregó en la plaza y algunos vitorearon y apuntaron sus teléfonos en dirección del reloj que contaba los últimos segundos del año.

Después de que un ataque con proyectiles sobre la ciudad fronteriza rusa de Belgorod mató a 24 personas el sábado, algunas autoridades locales en distintos puntos de Rusia cancelaron los espectáculos de pirotecnia, incluyendo en la ciudad de Vladivostok. Se estima que millones de personas vieron el mensaje pregrabado del presidente, Vladímir Putin, por el Año Nuevo, en el que afirmó que ninguna fuerza podría dividir a los rusos ni detener el desarrollo del país.

Los ataques israelíes sobre la Franja de Gaza mataron a al menos 35 personas el domingo, según autoridades hospitalarias, mientras los combates arreciaban en el pequeño territorio un día después de que el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, resistiéndose a los llamados internacionales a un alto el fuego, dijese que la guerra continuaría “muchos más meses”.

En Tel Aviv, los rascacielos se iluminaron de color amarillo para pedir la liberación de los rehenes que llevan más de 80 días retenidos por insurgentes palestinos en el enclave.

“Mientras ustedes efectúan la cuenta regresiva para el Año Nuevo, nuestra vida y nuestro tiempo se han detenido”, dijo Moran Betzer Tayar, tía de Yaguev Buchshtab, un rehén de 34 años.

En Gaza, palestinos desplazados se acurrucaban alrededor de fogatas en un campamento de refugiados improvisado.

“Debido a la intensidad del dolor en que vivimos, no sentimos que haya un Año Nuevo”, dijo Kamal al Zenaty, que ha perdido a varios familiares en el conflicto. “Todos los días son iguales”.

En Irak, un árbol de Navidad fue decorado con banderas palestinas y cadáveres simbólicos amortajados se colocaron junto a un monumento a la libertad en el centro de Bagdad. Muchos cristianos en el país han cancelado las festividades en solidaridad con Gaza y limitándolas a oraciones y rituales.

“Esperamos que el año nuevo, 2024, sea un año de bondad, prosperidad y alegría”, dijo Ahmed Alí, residente de Bagdad.

En Pakistán, de mayoría musulmana, el gobierno prohibió todos los festejos de Nochevieja en solidaridad con los palestinos.

Fuente: AP