A raíz de la pandemia por covid-19, la ciencia se convirtió en el foco principal y la esperanza de gran parte del mundo; sin embargo, aún existe desconfianza en la ciencia por parte de la población mundial, según un estudio de la empresa Minnesota Mining and Manufacturing Company, el cual fue citado por Jan Marco Müller, durante su participación en el Coloquio Cinvestav
De acuerdo con el asesor de Ciencia y Tecnología de la Secretaría General del Servicio Europeo de Acción Exterior, aún existen países que tienen la impresión de que la ciencia es la enemiga del pueblo, cuando en realidad su papel es dar esperanza para encontrar soluciones.
En su presentación titulada “¿Cómo comunicar y explicar la evidencia científica sin ser crucificado en el intento?”, el científico explicó algunos consejos para comunicar la evidencia en tiempos difíciles y cómo mejorar el impacto de la ciencia sobre la política y la sociedad.
Jan Marco Müller aseguró que la evidencia científica tiene una larga tradición en México, pues desde la época prehispánica han existido muestras de trabajo científico, como lo es la Piedra del Sol, un ejemplo de observaciones astronómicas y cálculos matemáticos que ayudaron en el desarrollo de la civilización.
“La comunicación científica juega un papel clave en la toma de decisiones en cualquier campo, incluyendo la política”. Los desafíos en este sector se vuelven más complejos y los cambios pueden generar efectos no deseados en alguna otra parte del sistema, por ello la importancia de contar con aliados de diferentes sectores para que enfoquen los esfuerzos y recursos en beneficio de la sociedad, puntualizó el asesor científico.
Al comentar sobre la posibilidad de que los científicos aspiren a desarrollarse en otros aspectos como la política, el asesor planteó la opción de que los estudiantes de todas las universidades tomen por lo menos un curso de Comunicación, para que así sus conocimientos los hagan comprensibles para todo público y sean más accesibles.
Hay una cantidad enorme de datos que provienen de muchas fuentes a las que se encuentran expuestas las personas, el reto está en convertir todo eso en información, darle sentido, aprender a contar historias, cuidar prejuicios, mostrar opiniones, explicar consecuencias y dar argumentos, todo con un lenguaje adecuado que sea entendible para los encargados de tomar las decisiones.
También es importante que exista un sistema de asesoramiento científico que sirva como intermediario entre la política y la ciencia, donde persista un vínculo de confianza para plantear alternativas y construir puentes que logren la transición que necesita la ciencia, finalizó Jan Marco Müller.