El diputado Éctor Jaime Ramírez Barba (PAN) aseguró que el Poder Legislativo ha dejado de ser contrapeso del Poder Ejecutivo y lamentó que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, no haya querido dialogar con el Congreso de la Unión en tres años.
En conferencia de prensa virtual con el presidente del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN, Marko Cortés Mendoza y el coordinador de los senadores del PAN, Julen Rementería, señaló que el Ejecutivo Federal sólo tuvo una reunión con los coordinadores parlamentarios, “aún a pesar de las múltiples ocasiones en que advertimos la necesidad de encuentros para alcanzar los consensos en diversos temas”
Ramírez Barba destacó que en la conformación del Congreso de la Unión, en particular en la Cámara de Diputados, “la bancada del PAN asumió la responsabilidad de ser una oposición responsable, legislando a favor de los mexicanos”.
Recordó que en los inicios de los trabajos de la LXIV Legislatura se logró establecer al interior de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) un espacio de diálogo en lo que se llamó “el acuerdo fundacional de la Legislatura, consistente en que Morena estaría al frente de dicho órgano durante los tres años, al tiempo que la presidencia de la Mesa Directiva de dicho órgano sería rotatoria con las fuerzas principales políticas representadas en la Cámara.
“Sin embargo, y de manera contradictoria a lo que se vivía al interior de la Jucopo, el grupo de Morena buscó aprovechar su condición mayoritaria para persuadir la incorporación de legisladores de otros grupos parlamentarios a sus filas, y con ello tener una mayoría artificial y espuria que no se obtuvo en las urnas, que le permitiera asegurar el control sobre los principales órganos de decisión en la Cámara”, señaló.
Reiteró que México está viviendo lo que “ya habíamos dejado atrás, un Congreso con una mayoría abyecta a los designios presidenciales, al poder casi absoluto de un solo hombre al frente del Ejecutivo”.
Dijo que es indispensable un Congreso fuerte y plural desde el cual se puedan señalar los yerros y las virtudes gubernamentales, que fiscalice y que exija rendición de cuentas con la legitimidad propia del actuar del poder de la nación y que sea un fiel reflejo de la pluralidad política de México a expresar en las urnas.
“Los mexicanos construimos a lo largo de varios años instituciones democráticas que velaran por el equilibrio de los poderes, la supervisión y contrapeso del Ejecutivo. Hoy estas instituciones parecieran un estorbo para el Ejecutivo en lugar de un pilar para la gestión pública en una República democrática”, señaló.
El diputado mencionó que la fracción parlamentaria del PAN ha votado en contra de todo aquello que “hemos considerado va en contra de México, es el caso de las figuras de los súper delegados en los estados, una Fiscalía general a modo, el Banco del Bienestar, el Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) y la cancelación del Seguro Popular, entre otras.
“Lo que queda claro después de estos tres años, es que el Presidente de la República no dialoga, no negocia, no acuerda, no busca mecanismos para llegar a consensos, ya sea por incapacidad o por carecer de un talante democrático y republicano”, apuntó.
Sostuvo que para el PAN fueron tres años de proponer iniciativas para México en la LXIV Legislatura, como fortalecer los mecanismos de alerta de género y tipificar el hostigamiento sexual; aumentar la pena de prisión al delito de violencia familiar; paridad de género en cargos de elección popular; mecanismos de sanción por violencia política en razón de género, entre muchas otras.
“Se trató de una Legislatura atípica en materia de resultados. Desde el inicio de la Legislatura sabíamos que nuestros principales logros se centrarían más que la aprobación de nuestras propuestas, en la contención de temas y ocurrencias del Ejecutivo, así como la defensa de las instituciones democráticas”, concluyó.