La vicecoordinadora del Grupo Parlamentario del PRD, Elizabeth Pérez Valdez, advirtió que su partido no permitirá la destrucción de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), “entidad surgida para evitar los abusos del poder, no para justificarlos”.
Por medio de un comunicado, respecto de su participación en la sesión de la Comisión Permanente donde la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, presentó el informe de actividades correspondiente a 2022, la diputada lamentó que lejos quedó el legado en favor de la lucha civil que dejó la activista y excandidata presidencial, Rosario Ibarra, madre de la actual titular.
Durante su intervención, para fijar el posicionamiento de su bancada Pérez Valdez cuestionó el papel que ha jugado la actual titular, totalmente opuesto a los objetivos que debe atender un organismo como la CNDH. “Esta Comisión, surge para evitar los abusos del poder, no para justificarlos”.
“La CNDH se encuentra secuestrada, convirtiéndose en un apéndice del poder político, encabezados por un terrorista que hoy se sienta en el Palacio Nacional, que secunda todos los días el pacto patriarcal, y se ofrece, además, como una dádiva política desde las más altas esferas del poder. Esta Comisión es comparsa del oficialismo y sucumbe frente al presidencialismo. Su servicio se encuentra a la disposición del mejor postor, haciendo oídos sordos ante los legítimos reclamos de las víctimas”, recriminó.
“La ciudadanía lamenta el estado que guarda la Comisión, por ello le recordamos que su responsabilidad es proteger los derechos de la gente, que se conquistaron con base en luchas y tomar las calles, por lo que el Grupo Parlamentario del PRD no permitirá que se desvirtúe su origen, que es el velar por el irrestricto respeto de los derechos humanos de las y los mexicanos ante cualquier acción u omisión de las autoridades”.
Asimismo, recriminó a la funcionaria el regresó de más de 30 años al pasado donde “el oficialismo, en lugar de perseguir a los verdaderos delincuentes, se ha convertido en hostigador de las personas que se dedican a la música, activistas sociales, defensores de derechos humanos y del medio ambiente, y de periodistas”.
“Mientras la ciudadanía soporta la ineficacia de las autoridades; las mujeres, lejos de encontrar una aliada, nos topamos con una de las principales detractoras del movimiento feminista. Se ha dedicado a satisfacer y cumplir los designios de un líder autoritario, trastocando la vocación de tan bondadosa institución surgida de la sociedad civil, convirtiéndola en el escaparate para generar discursos de polarización, y dañando a nuestro país y a las verdaderas instituciones democráticas”, lamentó.
“Téngalo claro: a mí, la Guardia Nacional que usted defiende, no me cuida; a mí me cuida y me protege el movimiento feminista. Y recuerde que su trabajo es ser acompañante de la verdad y la justicia, no ser cómplice de la misoginia y la violencia”.
La violencia contra las mujeres, aclaró, no ha disminuido, al contrario, se recrudeció, y para muestra está el caso de María Elena Ríos, mujer no solo violentada por su agresor y el Gobierno del Estado de Oaxaca, sino también por el Presidente de la República.
Al final, concretó, todos los “machos violentadores” se protegen en un sistema patriarcal, y la CNDH guarda silencio. Este sistema misógino, ha obligado a las familias a tomar las calles y a cerrar avenidas, quizá así si quieran escuchar, porque el Estado no nos cuida, y si hoy somos malas, tengan la certeza de que podemos ser peores.
Foto: Cámara de Diputados