Los Ángeles, 28 Jul (Excélsior).- Sí, es en serio. El reguetón mostró mayor actividad cerebral en comparación de la música clásica. Punto para la música urbana.
Aunque no lo creas, ésta provoca más activación en las regiones del cerebro que son encargadas de procesar los sonidos y el movimientos, de acuerdo con un estudio encargado de estudiar la actividad cerebral que produce cada género musical.
Los encargados del estudio reunieron a 28 participantes sin formación musical previa, todos con diferentes gustos musicales y con un rango de 26 años de edad.
Primero realizaron pruebas para analizar las capacidades musicales con un test de oído; la capacidad de discriminación de melodías y frases rítmicas. Luego realizaron una resonancia magnética funcional mientras que los participantes escuchaban distintas canciones de diferentes géneros musicales a las que les eliminaron la letra.
Entre las canciones que escucharon los participantes, estaban ‘Shaky’ de Daddy Yankee y ‘Ginza’ de J Balvin; en electrónica ‘Passion’ de Alberto Feria y ‘L’amour toujours’ de Dzeko; y en la música clásica pusieron el concierto en mi menor de Vivaldi y el minué de los aires en re de Luis Cobiella, mientras que en folclore folías y malagueñas canarias.
Los investigadores eliminaron la letra de las canciones para que los participantes pudieran escuchar la melodía de la manera más pura y que el lenguaje pudiera mostrar activación cerebral.
Los resultados mostraron que fue el reguetón el que mostró mayor activación en las regiones del cerebro que son las encargadas de procesar los sonidos, así como el movimiento. La música clásica tuvo resultados menores a los de la música urbana.
De acuerdo con los expertos, la activación de las áreas del cerebro del movimiento puede deberse “a la generación de un pulso interno dentro de nosotros al tratar de adivinar cuándo viene el siguiente pulso”, es decir, es como si el reguetón nos preparara para bailar con tan sólo escucharlo unos segundos.
Los investigadores pretenden seguir explorando la música y su procesamiento en el cerebro de las personas y también en el de pacientes con Alzheimer y Parkinson.
La música habla de maneras hermosas y de las que menos podemos imaginar.