El regreso a las actividades de las cadenas productivas no debe ser con ímpetu desbordado, pues se debe de elegir la ruta de la conservación y la recuperación de los ecosistemas, comentó María Amparo Martínez Arroyo, directora general del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC).
Durante su ponencia en línea “México, cambio climático y desarrollo sostenible”, que impartió por invitación de la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial, la especialista refirió que es urgente construir soluciones a partir de la transformación energética y científica.
En su oportunidad, la secretaria Beatriz Manrique Guevara, expresó que al disminuir la movilidad por el COVID-19, la emisión de contaminantes se redujo hasta en un 32 por ciento.
Coincidió en que existe un enorme riesgo si hay un acelerado reingreso a las actividades económicas, por lo que la “nueva normalidad” debe estar ajustada al cuidado, a la normatividad y cumplimiento de programas sanitarios.
La directora general del INECC estableció que México sí tiene posibilidades de detener o controlar el aumento de la temperatura en menos de 1.5 grados, pero se requiere iniciar un cambio ahora para mejorar la condición de ecosistemas, mediante nuevas tecnologías y energías alternativas.
De no hacerlo, dijo, habrá océanos más cálidos, más ácidos, menos productivos y el aumento del mar significará pérdida de hábitats, especies y ecosistemas. Mientras que, en las zonas urbanas, estudios científicos acercan la relación entre patógenos y su transmisión al hombre.
En la conferencia virtual en la que participaron 461 personas, entre representantes populares, estudiantes, investigadores y autoridades medio ambientales de diversas entidades, Martínez Arroyo dejó en claro que “hay cosas que ya no vamos a poder cambiar”, al referirse a los daños por cambio climático. No obstante, dijo que paralelo a las estrategias de control de las altas temperaturas, se deben estructurar procesos de adaptación.