Por Álvaro Ramírez Velasco
“Soñar no cuesta nada”, dice el diputado local Carlos Alberto Morales Álvarez, del Grupo Legislativo de Movimiento Ciudadano (MC), al respecto de la aspiración de muchos de los integrantes de la actual LX Legislatura y el próximo gobierno estatal -que avanza a convertirse en realidad-, de construir una nueva sede para el Congreso poblano y dejar el histórico edificio de la Calle 5 Poniente 102, en el Centro de la capital, que ocupa desde los años previos a la Revolución, en 1905.
En la onírica de los actuales legisladores, principalmente en la del presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, el morenista Gabriel Biestro Medinilla, ronda esa suerte de San Lazarito poblano, en alusión al Palacio Legislativo de la Ciudad de México, que alberga a la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, en el amplio predio que antes de los años 80 fue el patio de maniobras de la estación de trenes de San Lázaro; allá, muy cerca de los populosos barrios de Tepito y La Lagunilla.
Con un presupuesto inicial de 300 millones de pesos, que ya comprometió de palabra el próximo gobierno estatal, que encabezará Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, a partir del 1 de agosto, y con una controversia sobre si se trata de un “gasto innecesario”, la decisión parece definitiva, y su ubicación también: estará en la zona de Angelópolis.
El plan, que ahora sí podría concretarse, tiene al menos 26 años de retraso, pues fue planteado por primera vez en 1993, cuando ante la LII legislatura local especialistas sentenciaron que el inmueble antes conocido como Teatro del Pueblo era obsoleto y no tenía funcionalidad para las labores parlamentarias.
Luego, al arranque del sexenio de Mario Plutarco Marín Torres, en 2005, y cuando el finado ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas era priista y el presidente de la entonces Gran Comisión, el tema volvió a contemplarse, pero quedó solamente en deseo.
Actualmente, aunque el recinto principal es ese inmueble del Siglo XVIII, también hay oficinas en una sede alterna, en el edificio conocido como el Mesón del Cristo, en la Avenida 8 Oriente número 216.
El presupuesto de 300 millones de pesos se ve muy austero, si se compara con los 372 millones que costó la buena sede del Poder Legislativo local del estado de Morelos, que se inauguró el 28 de febrero del año pasado, para oficinas y recinto de 20 diputados; en Puebla son 41.
De sismos y daños
Con el argumento de que luego de los sismos de septiembre de 2017, el edificio quedó dañado en su estructura, además de que ha dejado de ser funcional, al no contar con estacionamiento suficiente y tiene oficinas muy pequeñas, el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Gabriel Biestro, anunció que se busca predio para esta nueva sede, aunque la opinión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) es que el inmueble está en buenas condiciones y sin riesgos para sus ocupantes.
Biestro ha ofrecido que la licitación para esa obra será “transparente y ejemplar”.
Salvo contadas voces contrarias, los diputados, que en septiembre próximo cumplirán un año de ejercicio, sueñan con una sede “descentralizada”, que no “obstaculice” la vida cotidiana del Centro Histórico de la capital poblana, con las constantes manifestaciones y actos que generan caos vial.
En entrevista con Efekto 10, el diputado perredista José Armando García Avendaño dio el aval de su bancada a la obra, pues “el actual recinto es insuficiente y vemos bien su traslado a una nueva sede”.
“Para nosotros es importante que se puedan generar las actividades del Congreso en un lugar donde podamos estar los 41 diputados y que no tengamos que dividirnos en dos edificios… que los espacios sean dignos para cada diputado y los auditorios con el suficiente espacio para albergar los foros y una serie de actividades que se dan en el Congreso… Y que permita que el centro de la ciudad pueda tener una movilidad importante, y no que, cuando hay eventos, se cierran las calles o, si se va a manifestar la sociedad, se tengan que cerrar las calles y se generen problemas de tránsito”.
El INAH, en contra
A pesar de la intención y aspiración que encabeza la mayoría del Movimiento Regeneración Nacional (Morena), sus partidos aliados y la próxima administración estatal, la opinión de los especialistas es que no hay necesidad de esa nueva obra.
Ambrosio Guzmán Álvarez, delegado del Centro del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Puebla, aseguró que es “innecesario” el cambio de sede del Congreso local, como lo proponen los legisladores y también un dictamen de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP).
El pasado 8 de julio y luego de un recorrido por el recinto, consideró que los daños que presenta el edificio tras los sismos de 2017 “no son estructurales ni graves y que pueden resolverse con un poco de mantenimiento”.
Pero la opinión de los legisladores es contraria y hasta hay cierta prisa en avanzar en la obra, que sería de las emblemáticas del barbosismo que comienza en 15 días.
Para Carlos Alberto Morales, de MC, hay una justificada necesidad: “de acuerdo con algunos dictámenes, entre ellos de la BUAP, se ha determinado que la sede tiene algunas complicaciones para que pueda ser una sede segura, no solamente para los 41 diputados, sino para el personal administrativo, pero principalmente para los cientos de ciudadanos que nos visitan semana a semana. Vemos viable que haya una nueva sede”.
–El INAH dice que no hay problema, que se puede seguir utilizando ese edificio.
-Habría que sacar un estudio estructural. Entre los técnicos nos pueden dar una respuesta final. Y aun así, creo que en términos de movilidad y de atención, nuestro Congreso del Estado, para más de seis millones de poblanos, empieza a ser un lugar muy pequeño.
-Sería un San Lazarito, ¿sueñan ustedes con su San Lazarito?
-Bueno, soñar no cuesta nada, sin embargo, creo que al final lo que se necesita es un recinto funcional… Hay que decidir si le vamos a entrar o no a este proyecto de gran envergadura, porque también se nos acaba el tiempo.
Foto: Es Imagen / Miguel Romero / Jafet Moz