La seguridad nacional es un tema de gran importancia en México y en todo el mundo. En este sentido, el terrorismo se presenta como una amenaza a la integridad de las personas y a la infraestructura necesaria para el desarrollo social, de acuerdo con una investigación de la Dirección General de Análisis Legislativo del Instituto Belisario Domínguez (IBD).
El estudio titulado “México frente al terrorismo, cooperación internacional, trabajo legislativo y políticas públicas”, elaborado por el investigador Juan Pablo Aguirre Quezada, explica que la lucha contra el terrorismo es un reto constante para las fuerzas de seguridad e inteligencia de todo el mundo.
Agrega que este tipo de actos ilegales pueden suceder en cualquier momento y lugar, por lo que es necesario estar preparados para prevenirlos y, en caso de que ocurran, tomar medidas inmediatas para minimizar sus efectos.
El documento del IBD refiere que, a pesar de que México no ha sufrido atentados terroristas de gran impacto perpetrados por grupos fundamentalistas como en otros países, los daños causados por hechos violentos realizados por la delincuencia organizada han puesto en el debate si se deben considerar o no como actos terroristas, con las consecuencias legales y estratégicas consecuentes.
Apunta que hasta el momento, las acciones del gobierno para atender este problema se han concentrado en las labores de prevención al lavado de dinero y financiamiento al terrorismo como parte de las políticas dirigidas para evitar que el dinero de la delincuencia organizada pueda ingresar al sistema bancario, y así ser utilizado para realizar delitos asociados a esta actividad.
En el Senado de la República y la Cámara de Diputados, en el último lustro, se han presentado 14 iniciativas para combatir el terrorismo, las cuales se encuentran siendo analizadas por las comisiones legislativas.