La elección presidencial de 2018 en México convirtió al proceso electoral de hace un año en un caso de éxito y un referente a nivel internacional, afirmó Lorenzo Córdoba Vianello, presidente del Instituto Nacional Electoral (INE).

Aseveró que dichas elecciones federales ya son un proceso paradigmático en el mundo y hoy en muchos países se habla del caso mexicano como un ejemplo de éxito para enfrentar algunos de los desafíos que aquejan a las democracias contemporáneas.

En su ponencia magistral en el seminario Los Estados en 2018. Contexto Federal y Desafíos en los Procesos Locales, refirió que en consecuencia de lo que pasó en los comicios de 2018, México es un país cruzado por la pluralidad en donde las y los mexicanos tenemos múltiples espacios de expresión política.

Dijo que si bien la elección del año pasado es una especie de parteaguas, donde ocurrió algo inédito y al final de la elección quien ganó, de manera generosa asumió la victoria, y quien perdió, aceptó la derrota, también hubo otros cambios en el país.

Al respecto aseveró que como sociedad se logró superar de manera exitosa uno de los desafíos técnicos, pero también políticos y sociales más grandes de la historia reciente, y resaltó que la elección fue la más grande de la historia mexicana, la más compleja y una de las más exitosas.

Mencionó que en ese proceso estuvo en disputa el número más alto de cargos a nivel federal y en ese sentido aseveró que nunca había habido una pelea por el poder político tan grande en la historia del país como la que ocurrió en las urnas el 1 de julio del año pasado.

Al respecto señaló que se tuvo la lista nominal más grande con casi 90 millones de potenciales electores, lo significa más de 10 por ciento de crecimiento en apenas seis años, lo que representó un desafío histórico e inédito, la instalación de un número de mesas como nunca antes había ocurrido.

Además, se instalaron casi 157 mil casillas, frente a las 143 mil de hace seis años, lo que representa un crecimiento de cerca de 10 por ciento. De esa cifra, 96 por ciento eran Casillas Únicas, un modelo introducido con la reforma electoral de 2014, que establece que en los estados donde hay elecciones federales y locales concurrentes, ambas elecciones son en la misma casilla.

El consejero presidente del INE indicó que ello implica más funcionarios de casilla que en las demás, como ocurrió en Baja California y Nayarit, que fueron los únicos dos estados donde solo hubo elecciones federales. En el resto del país se tuvieron elecciones de los tres cargos federales y de algún puesto local.

Agregó que lo anterior, trajo como consecuencia la operación de campo más grande que haya realizado la autoridad electoral en su historia, lo que implicó un crecimiento de 40 o 50 por ciento más de lo ocurrido en la elección presidencial previa.