Sin duda alguna el mundo está cambiando, ha evolucionado de tal manera que algunas prácticas que parecían eternas están llegando a su fin. Una de ellas, aunque parezca irrelevante es el uso de mujeres que sirven como adornos.
Son llamadas azafatas y le entregan flores a los ciclistas de élite al culminar las etapas de la competencia, otras posan al lado de los pilotos de Fórmula Uno, otras muy guapas están en ruedas de prensa de futbolistas a cada lado de las mesa de los entrevistados y todas tienen un factor en común: no dicen una palabra, solo sonríen para la foto perfecta y le hacen publicidad a ciertas marcas a través de sus cuerpos esculturales y sus caras de ensueño.
Están allí por su belleza física y solo para ser admiradas en mundos, en su mayoría, liderados por hombres, pero en algunas disciplinas esta situación ha llegado a su fin. La Fórmula Uno ha sido la última en unirse. Sean Bratches, director comercial de operaciones de la F1 ha sido claro en su explicación.
“Aunque la práctica de emplear azafatas ha sido un elemento básico de la Fórmula 1 durante décadas, creemos que esta costumbre no resuena con los valores de nuestra marca y está claramente en desacuerdo con las normas sociales actuales. No creemos que la práctica sea apropiada o relevante para la Fórmula 1 y sus aficionados, los antiguos y los nuevos, en todo el mundo”.
Pero… No todo el mundo está de acuerdo con esta resolución, una de ellas precisamente una azafata, Lauren-Jade, quien acusa a las feministas de ser, en vez de salvadoras, culpables.
“¡Por estas feministas hemos perdido nuestros trabajos! He sido una grid-girl durante ocho años y nunca me he sentido incómoda. Me encanta mi trabajo, si no no lo haría, y nadie nos obliga a hacer esto. ¡Es nuestra elección!”, explicó a traves de sus redes sociales.
El movimiento anti-azafata
En 2017 el ciclismo también se unió al movimiento anti-azafata. Fue en el inicio de la temporada oficial en Adelaida, Australia. El propio gobierno australiano abolió el uso de modelos en la entrega de premios. El ministro de deportes australiano, Leon Bignell, comentó que el gobierno no podía permitir las contradicciones. “No tiene mucho sentido que el Gobierno pague a las azafatas del podio al tiempo que financia tratamientos psicológicos para ayudar a las chicas jóvenes con trastornos provocados por su imagen corporal”.
En el tenis no han sido abolidas del todo, pero han recibido multas. La empresa Schweppes y la agencia de azafatas Tote Vignau de España, hicieron trabajar a sus modelos con minifalda y manga corta con temperaturas de menos de 10 grados Centígrados y bajo lluvia durante el torneo de tenis Conde de Godó en mayo de 2017, celebrado en Barcelona.
Las sanciones del Departamento de Trabajo de España oscilan entre 10 mil y 187 mil Euros. Una de las azafatas dijo que al ser expuestas de esa forma se enfermaron. “Mis compañeras y yo casi cada noche tras salir de trabajar de los partidos teníamos fiebre. Yo salía con migraña y fiebre de los partidos. Cada noche enfermas. Trabajamos en unas condicionen que te hacían castañetear los dientes, contra nuestra salud y nuestra dignidad directamente”.
La igualdad de género
Si al caso vamos, en las ceremonias donde se premian a atletas mujeres, las flores deberían entregarlas hombres semi desnudos con cuerpos espectaculares, pero hasta el momento esta propuesta no se ha asomado. Otras sugieren eliminar las azafatas en todos los deportes.
La directora del Institut Català de les Dones (Instituto Catalán de las Mujeres), Núria Balada, reclamó la desaparición de las azafatas en todos los eventos deportivos, después de que la organización de la Fórmula 1 anunciara la abolición de las modelos. “Es necesario eliminar unos estereotipos que únicamente perpetúan la cosificación de la mujer”, añadió Balada.
De acuerdo a la RAE cosificación es reducir a la condición de cosa a una persona y ¿no es eso lo que sucede a diario con las mujeres en los medios de comunicación y redes sociales? Pero el punto de vista de Lauren-Jade también es importante, la cruzada de las feministas les está quitando puestos de trabajo.
Haciendo un análisis a grosso modo sobre el tema, por ejemplo en los concursos de belleza y en los calendarios de hombres bomberos ¿no cosifican tanto a mujeres, como a hombres? ¿También serán abolidos en el futuro? ¿Tiene sentido seguir presentando como caballos en una subasta a los seres humanos en concursos de belleza y exigirles que además sean inteligentes al contestar las preguntas? ¿Los concursos de belleza están hechos para ayudar a la sociedad? ¿Es correcto que los deportes eliminen a las azafatas? ¿El efecto #MeToo está llegando al deporte, reflejado en la decisión de la F1? Son muchas interrogantes. Ustedes amables lectores manifiesten sus opiniones.
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