El presidente Emmanuel Macron fue reelegido por un cómodo margen a un segundo período el domingo en la segunda vuelta electoral de Francia, según proyecciones de agencias encuestadoras.
En medio de la invasión rusa a Ucrania, el resultado le da a la Unión Europea una garantía de estabilidad en el liderazgo de la única potencia nuclear del bloque y fue elogiado de inmediato por los aliados de Francia.
Un segundo período de cinco años para el centrista Macron le ahorra a Francia y a sus aliados la convulsión sísmica de una transferencia de poder en tiempos de guerra a Marine Le Pen, la aspirante de extrema derecha que rápidamente reconoció su derrota el domingo por la noche pero que de todas formas parecía encaminada a obtener su mayor respaldo electoral a sus políticas intensamente nacionalistas.
Durante su campaña, Le Pen se comprometió a diluir los vínculos de Francia con la UE, la OTAN y Alemania, medidas que habrían sacudido la arquitectura de seguridad de Europa en un momento en que el continente hace frente a su peor conflicto desde la Segunda Guerra Mundial. Le Pen también habló contra las sanciones del bloque a los suministros de energía de Rusia y enfrentó escrutinio durante la campaña por sus vínculos amistosos previos con el Kremlin.
Un coro de líderes europeos elogió la victoria de Macron. “Gana la democracia. Gana Europa”, tuiteó el presidente del gobierno español Pedro Sánchez.
“Juntos haremos avanzar a Francia y a Europa”, tuiteó por su parte la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
El primer ministro italiano Mario Draghi elogió la victoria de Macron, calificándola de “una noticia espléndida para toda Europa” y un impulso a que la UE “sea una protagonista en los mayores desafíos de nuestros tiempos, empezando por la guerra en Ucrania”.