Un grupo de jóvenes de un pueblo del sur de España trataron de impedir a pedradas la llegada de ambulancias con 28 ancianos contagiados de coronavirus a la residencia de mayores local, señaló la policía.
En un comunicado, el cuerpo de seguridad indicó que los incidentes ocurrieron en La Línea de Concepción, un empobrecido municipio andaluz junto al territorio británico de Gibraltar.
Los jóvenes lanzaron piedras y profirieron insultos al convoy de ambulancias, cuyo paso intentaron bloquear aparcando un coche en medio de la carretera, señaló la policía, que detuvo a dos hombres de 32 y 25 años.
Los pacientes estaban siendo transferidos a una residencia de La Línea para recibir tratamiento médico dado que su centro habitual en un pueblo de la provincia de Málaga «estaba siendo desinfectado», indicó un portavoz policial.
Unas cincuenta personas, «sobre todo jóvenes», esperaban fuera del geriátrico «provocando y amenazando e insultando a los policías y a la gente que habían traído».
Los problemas continuaron después con algunos locales lanzando objetos desde las azoteas, incluso «material inflamable», señaló el portavoz policial.
Estos sucesos se conocen el día en que España alcanzó 3.434 decesos por la pandemia y superó a China como el segundo país del mundo con más víctimas.
A pesar del confinamiento casi total de su población, el virus sigue propagándose y ya cuenta con más de 47.000 infectados, azotando especialmente a la población más envejecida con decenas de fallecidos en geriátricos.
A lo largo de la semana pasada, el gobierno implementó medidas para proteger a este segmento social y envió al ejército a desinfectar muchos de estos centros.
Azotada por un alto desempleo, La Línea, en la provincia sureña de Cádiz, se conoce por ser un foco de narcotráfico y contrabando de tabaco desde el cercano Marruecos.
Estos días «hay un ambiente tenso porque los que hacen actividades ilegales como el contrabando de tabaco o el tráfico de hachís no pueden hacer nada, no se pueden mover de casa sin justificación», dijo la fuente policial.
«Cuando están intentando salir, enseguida los localizamos, porque al no haber casi nadie en la calle, las patrullas se mueven de forma más rápida», añadió.