La organización “El Barzón de Puebla” estimó que para junio de 2018 el precio de los combustibles ronde en los 20 pesos; no obstante, señalaron que los recientes aumentos están causando un alza generalizada en los productos básicos e insumos.
Alejandro Carvajal Hidalgo, líder en Puebla de la organización, calificó como un ‘fracaso’ la Reforma Energética que impulsó el presidente Enrique Peña Nieto y anunció un paro nacional y una serie de manifestaciones en distintos puntos de la entidad contra el gasolinazo.
En conferencia de prensa conjunta con académicos de la BUAP, denunció que el incremento a las gasolinas podrían incrementar hasta a 22 pesos para el mes de junio y las causas se deben al abandono de Pemex ya que sólo producen el 50 por ciento de su capacidad y a que el país está importando energéticos refinados que se pagan en dólares por tanto las empresas internacionales son quienes fijan los precios de la gasolina.
También, acusó que el incremento del 7 y 8 por ciento a los hidrocarburos es una medida totalmente ‘recaudatoria’ que impactará a más de 300 mil productores del sector agropecuario tan sólo en la entidad por el incremento a los insumos para el campo.
Recordó que apenas el pasado 29 de diciembre, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) anunció un alza en las cuotas del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) para las gasolinas y el diésel que se aplicarán en este año, lo cual se refleja en una variación menor a 10 centavos por litro en los precios de los combustibles.
No dejó de mencionar que en 2017, una familia usaba el 50 por ciento de sus ingresos para adquirir productos de la canasta básica, mientras que para este año se estima que usen hasta el 70 por ciento de sus ingresos para satisfacer sus principales necesidades.
Explicó que tan sólo en 2016 una familia con cuatro integrantes, con dos salarios mínimos podía adquirir el 63 por ciento de la C.B., mientras en 2017 sólo pudieron adquirir el 50 por ciento de la de la Canasta Básica y abundó que en este periodo el 61 por ciento de la población destina entre 70 y 92 por ciento de su salario para alimentos.
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