Universidades como el Tecnológico de Monterrey Campus Puebla, la UPAEP, ITP, UTP, entre organizaciones civiles y sociedad, participaron en la macro reforestación de San Miguel Espejo

En la capital poblana existen casi dos millones de habitantes, los cuales utilizan alrededor de 2 mil metros cuadrados de agua al año por persona, sin tomar en cuenta el consumo industrial y agrícola; y si todas esas personas participarán del proceso de reforestación, el futuro para la capital sería mejor, refirió la diputada Xel Arianna Hernández García.

Este domingo la diputada por el distrito 11 de la capital poblana, encabezo la macro reforestación en la junta auxiliar de San Miguel Espejo, donde se cubrieron importantes metas, tras asistir una relevante cantidad de estudiantes de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), el Instituto Oriente de Puebla, El Tecnológico de Monterrey campus Puebla, los Scouts de Puebla, Auditiv Soluciones Auditivas, Fundación Fundanlent, el Instituto Tecnológico de Puebla, la Universidad Tecnológica de Puebla, la Universidad Da Vinci, entre otros.

Ante los jóvenes presentes, la también presidenta de la Comisión de Educación en el poder legislativo, convocó al alumnado universitario a participar de una revolución de conciencias, ya que el planeta no espera y, por el contrario, cada día pierde más la batalla contra la deforestación.

“Estamos a tiempo de salvar al planeta, de salvar a nuestra naturaleza; este es el momento de tomar acción si queremos un futuro donde las guerras sean un mal recuerdo y no se conviertan en la lucha por agua o recursos naturales”.

Calificó como lamentable que la deforestación este ocasionando diversos efectos negativos para el medio ambiente siendo que el impacto más dramático es la pérdida del hábitat de millones de especies. Setenta por ciento de los animales y plantas habitan los bosques de la tierra y muchos no pueden sobrevivir la deforestación que destruye su medio.

De un año a otro, y a veces en tan sólo unas semanas, un bosque puede ser borrado del mapa. Los árboles que daban identidad a una ladera, a una planicie o a la ribera de un río dejan de existir, se transforman en un recuerdo.

En México, cada año, 47 mil 770 hectáreas dejan de ser terrenos con cobertura forestal para convertirse en tierras agrícolas, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Monitoreo Forestal. Esa superficie de bosques y selvas que se pierden anualmente equivale a casi la misma extensión que tiene Cozumel, una de las islas más grandes del país.

El cambio abrupto de terrenos forestales a tierras agrícolas es la segunda causa de deforestación en México, después de la ganadería, según el Sistema Nacional de Monitoreo Forestal.

Por ello, Xel Hernández comentó que invariablemente la reforestación ayuda a combatir el cambio climático, fortalecer a las comunidades y restaurar la biodiversidad.

Urgió a universitarios, asociaciones civiles y sociedad, dejar de pensar que el cambio lo harán otros, porque ya es momento de reciclar, de reforestar y no seguir esperando a que terceros actúen.

“Hay muchas personas que jamás se han sumado a la reforestación, especialistas advierten que el siguiente año va a haber una carencia fuerte de alimentos por el cambio climático, las lluvias están llegando con 3 o 4 meses de retraso y ya es momento de actuar, porque mucha gente niega que esto sea una realidad; por décadas se han tomado malas decisiones y ahora los invito a sumarse cómo jóvenes en cada una de las iniciativas que nos impactan a todos”, subrayó.

La reforestación donde se colocaron árboles estratégicamente en una zona previamente verificada para el correcto desarrollo de especies, se efectuó a unos pasos de La Malinche, siendo que los arboles fueron aportados por instancias estatales y municipales.