El gobernador denunció que los centros de reinserción social instalados en el estado fueron olvidados por las pasadas administraciones
Los penales instalados en Puebla (tres estatales, tres regionales y 14 distritales) representan un reto permanente para mantenerlos disciplinados y hacerlos funcionar; sin embargo, el Gobierno del Estado los supervisa, les invierte recursos y toma decisiones firmes ante posibles actos de corrupción.
Así lo sostuvo el gobernador Miguel Barbosa Huerta en la habitual videoconferencia de prensa, en la que denunció abandono de los centros penitenciarios por parte de las administraciones estatales anteriores, por lo que afirmó que su gobierno los atiende y vigila de manera permanente.
Admitió que así como existen personas privadas de su libertad interesadas en alcanzar la correcta reinserción social, existen otras que organizan actos delictivos desde el interior de los penales, que se cometen al exterior y al interior de los mismos.
El gobernador Barbosa Huerta también reconoció que se han presentado casos de mandos de los penales que llegan a corromperse por los intereses que ahí se manejan.
En ese sentido, apuntó que el gobierno estatal investiga cada señalamiento de corrupción en los penales, y procede legalmente en aquellos casos en los que se comprueban estas irregularidades.
Por último, el mandatario estatal señaló que el sistema penitenciario es un tema de preocupación para el Estado mexicano, de tal suerte que en Puebla existe una permanente vigilancia y atención a estos lugares.