Más allá de ofrecer una visión generalizada sobre los acontecimientos que sucedieron en el periodo denominado la Conquista y querer sustentar una “verdad histórica”, el arqueólogo y miembro de El Colegio Nacional, Eduardo Matos Moctezuma, ofreció durante el Coloquio Cinvestav del mes de septiembre un recorrido por la historia, donde proporcionó datos que derriban mitos en torno a la caída de Tenochtitlán.
A través de un relato, Matos Moctezuma narra cómo producto de la desobediencia fue que Hernán Cortés llega a la isla de Cozumel y en su arribo busca el apoyo de dos españoles que siete años atrás habían naufragado en territorio maya, Jerónimo de Aguilar y Gonzalo Guerrero, este último negándose a acompañarlo en su expedición, pues ya había encontrado en estas nuevas tierras un hogar.
Sin embargo, Jerónimo ya tenía bien estudiado el territorio y entendía muy bien la lengua maya, así que fue clave en el avance de Hernán Cortés hacia las tierras donde ahora se encuentra Veracruz. En este punto se derriban dos mitos, primero el hecho de que Hernán nunca quemó sus naves, más bien las atrancó para que no pudieran retornar sin antes adentrarse y conocer las riquezas de los mexicas.
Y uno de los más difundidos, el papel de la Malinche como traidora de su pueblo, pues si bien, ella era una mujer muy preparada que se unió al grupo español como traductora del náhuatl al maya, nunca defraudó a su gente, al contrario, vio una oportunidad de liberar a diversos grupos que estaban sometidos por el poderío mexica.
“Cuando apareció Hernán Cortés lo asociaron con la llegada de los dioses, pero para Moctezuma, quizá esa idea debió durarle un instante, pues al notar sus intenciones creó una estrategia conciliadora obsequiando oro, plata y demás artículos, con el fin de que abandonaran su territorio” sostuvo Eduardo Matos.
La estrategia de Moctezuma no sirvió y a partir de ese momento iniciaron matanzas que, en conjunto con otros factores como la suspensión de la distribución de agua por los acueductos, la escasez de alimentos y la presencia de enfermedades desconocidas, desencadenaron en la inminente detención de los tlatoanis (la figura militar y religiosa más importante).
El 13 de agosto de 1521, Cuauhtémoc, sucesor de Moctezuma, fue detenido. “Ya he hecho lo que estoy obligado a hacer en defensa de mi ciudad y no puedo más, toma el puñal que tienes en el cinto y clávamelo”, fueron las palabras que el tlatoani dijo a Hernán, pero este al no comprender el significado, lo perdonó.
De acuerdo con sus estudios sobre las tradiciones de los mexicas y su manera de ver e interpretar el mundo, Eduardo Matos expuso lo que realmente habría querido decir el tlatoani, cuyas palabras pudieron haber sido afectadas por las traducciones: “toma ese puñal que tienes en el cinto y sacrifícame”, como correspondía a un guerrero capturado en combate.
Es importante señalar que, como este ejemplo, la terminología náhuatl sigue cobrando relevancia a lo largo de los años pues, palabras originarias en esa lengua, siguen permaneciendo en el colectivo de México y son parte fundamental en la construcción de la identidad.
El también fundador del proyecto Templo Mayor, planteó reflexionar sobre los acontecimientos que no se ajustan a la “verdad histórica” que suele enseñarse en las escuelas del país y a través de un escrutinio de los sucesos que llevaron a la Conquista, señaló la importancia de la formación de los docentes, pues son ellos quienes a través de su conocimiento transmiten la visión oficial y considera que establecer bandos buenos y malos fomenta la creación de una idea falsa de nacionalismo.