Al inaugurar el Parlamento Abierto “Un nuevo modelo de Salud Mental”, la presidenta de la Comisión de Salud, diputada Miroslava Sánchez Galván (Morena), afirmó que es necesario avanzar en una normatividad útil para pacientes, familiares y profesionales de la salud, que dé certeza jurídica y permita el cambio en la práctica médica.
Dijo que se analizarán diferentes iniciativas sobre los modelos de atención de salud mental para enriquecer y mejorar su regulación en beneficio de pacientes en tratamiento, futuros diagnosticados y personas que, derivado de adicciones a sustancias, requieren tratamientos para enfrentar sus problemas por padecer enfermedades mentales.
El objetivo, subrayó, es encontrar el punto en que las divergencias se resuelvan y avanzar para que estos procedimientos se lleven a cabo con pleno y estricto respeto a los derechos humanos y sin menoscabo de su dignidad como personas.
Dijo que una de las partes medulares es migrar de un modelo asilar, “que separa al paciente de su entorno aislándolo y alejándolo mediante su internamiento”, por uno ambulatorio, con un diagnóstico temprano, atención en unidades médicas de primer contacto, en las que se privilegie la atención psicológica o psiquiátrica del paciente, sin apartarlo del núcleo familiar, social o laboral.
Señaló que ese es el punto de coincidencia entre las diferentes visiones y destacó la importancia de escuchar las participaciones para ampliar los conocimientos y perspectivas para, en el mejor de los ánimos, se tome lo necesario para construir nuevos cimientos legales en beneficio de quienes los necesitan.
La diputada Frinné Azuara Yarzábal, secretaria de la Comisión de Salud (PRI), confió en que con este Parlamento Abierto se pueda dar forma al nuevo modelo de salud mental. “Tengan la certeza de que quedarán plasmadas las opiniones que ustedes vertieron para la salud mental de los mexicanos”.
Modelo de atención comunitario, proponen
Durante la Mesa 1 denominada “Primer nivel de atención y Salud Mental ¿es necesario un nuevo modelo de atención?” especialistas, académicos, asesores y representantes de organizaciones civiles, refirieron que el marco normativo en salud mental debe responder a las necesidades de los pacientes y conformar un modelo comunitario, transversal, sin estigmas, discriminación ni violencia, que erradique la práctica de “castigar la discapacidad” con encierro o invisibilización.
Destacaron la importancia de implementar el enfoque de derechos humanos en la atención de la salud mental, fortalecer las leyes generales de salud e incluir a las personas con discapacidad psicosocial en la legislación.
Se pronunciaron por un modelo comunitario que aumente la accesibilidad de servicios y disminuya la brecha de atención; integral, flexible, que conozca las necesidades de la comunidad y al alcance de todos.
Además, precisaron que en México la brecha de atención va del 70 al 80 por ciento, la infraestructura está reducida y el sistema está fragmentado; plantearon considerar la atención comunitaria en la estructura de los servicios de salud e impulsar un modelo social que dé condiciones para que el paciente se desarrolle.
El internamiento involuntario es obsoleto y discriminatorio
En la mesa 2 “Diagnóstico temprano e internamiento”, especialistas y asociaciones civiles señalaron que el internamiento involuntario del paciente psiquiátrico es un modelo obsoleto, discriminatorio, viola sus derechos humanos y se ha abusado de él, porque el encierro desvincula a la persona de la comunidad que sumado a la violencia que sufre en el interior de los hospitales deteriora su bienestar sin recibir una atención integral.
Acotaron que más del 20 por ciento de este tipo de internamiento es indefinido, cuando debería ser la excepción. Pidieron dar una visión de salud pública a los padecimientos mentales y que la ley proteja a los usuarios, familias y trabajadores, quienes no saben cómo actuar en el manejo adecuado de los enfermos.
Rosa María Osiris Pazarán Galicia, directora del Hospital Psiquiátrico “Fray Bernardino Álvarez”, aclaró que el objetivo es la rehabilitación psicosocial con trato digno a los pacientes. “No tenemos que esconder nada; no somos manicomios, somos hospitales psiquiátricos modernos”. Se necesita el apoyo de la sociedad para seguir adelante, advirtió.
Agregó que el Gobierno tiene el atino de haber roto un gran hoyo negro que había en la salud mental, justo desde la perversión de algunas asociaciones civiles, no de todas, porque durante 20 años la psiquiatría estuvo secuestrada por la perversión.
“Es momento de sentarnos y ponernos de acuerdo para romper el estigma donde la sociedad civil nos ven como manicomio y como loquitos tratando de hacerle daño a la sociedad, claro que no”, sostuvo.
Adicciones deben considerarse problemas de salud mental
En la mesa tres, “Tratamiento integral de las adicciones con la salud mental”, expertos en la materia consideraron que hablar de problemas de adicciones es hablar de padecimientos mentales. Los asuntos relacionados con el consumo de sustancias tienen una mortalidad relacionada con suicidios y accidentes automovilísticos, principalmente.
Comentaron que no pueden ser considerados como problemas diferenciados; los trastornos mentales y el uso de sustancias comparten algunas causas biológicas como cambios en la composición del cerebro y vulnerabilidades genéticas.
El origen psicológico de las adicciones se detonan por la conducta impulsiva, falta de procesos adecuados de comunicación, soluciones de problemas, la desregulación emocional y la incapacidad de expresar emociones, entre otras.
Explicaron que la atención integral de salud mental y adicciones es impostergable ya que es difícil que exista una persona con adicciones sin relación a un trastorno psicológico. Además, se debe erradicar la anomia social que ha generado un estigma en torno a las personas con adicciones, ya que se les asocia erróneamente con comportamiento delictivo o antisocial.
Importantes las condiciones sociales, económicas y culturales para la salud mental
Durante la mesa 4, “Salud mental y acompañamiento en el entorno social, laboral y familiar”, se abordó la necesidad de una reforma al sistema de salud mental, y adoptar medidas legislativas para asegurar la vida independiente de las personas con discapacidad. Se destacó la importancia de tomar en cuenta las condiciones sociales, económicas y culturales, porque la salud mental es un proceso de bienestar.
Se consideró que con las reformas al sistema de salud mental, se tendrá la figura de los centros comunitarios de salud mental porque son la base del primer nivel, ya no más hospitales psiquiátricos, ya que el modelo manicomial perpetua los trastornos y genera enclaustramiento de las personas.