Jorge Ramos relata lo que sucedió antes de su detención:
Acabo de llegar al hotel en Caracas. No tengo celular. Me lo confiscaron. Estoy bien al igual que todo el equipo. Pero pasamos momentos muy tensos.
Llegamos a Caracas el sábado para entrevistar a Nicolás Maduro. Su ministro de comunicaciones, Jorge Rodríguez, había sido el contacto e inmediatamente nos enviaron los permisos para entrar a Venezuela.
La entrevista comenzó tres horas después de lo planeado. Empecé preguntándole a Maduro cómo llamarlo, ya que millones de venezolanos no lo consideran el presidente legítimo de Venezuela. Le mencioné que muchos lo llaman «dictador» y que Juan Guaidó, el presidente interino de Venezuela, lo considera un «usurpador».
Le pregunté sobre las acusaciones de su jefe de inteligencia, Hugo Carbajal, de que él era responsable de «cientos de muertos» (según una entrevista del NYT). Lo cuestioné sobre los reportes de más de 900 prisioneros políticos de Foro Penal y de los casos de abusos y tortura de Human Rights Watch. Y luego le mostré un video, que yo grabé en mi celular, de unos muchachos comiendo de la basura de una camión.
Ahí se terminó la entrevista. Se levantó, trató de tapar las imágenes en mi iPad y se fue. Le dije que eso es lo que hacían los dictadores, no los demócratas.
Poco después llegó el ministro Rodríguez y dijo que ellos no autorizaban esa entrevista y nos confiscaron nuestras cuatro cámaras y todo nuestro equipo. También nos pidieron nuestros celulares.
Al mismo tiempo, me expulsaron del Palacio de Miraflores pero, antes de salir, me metieron en un cuarto de vigilancia junto con la productora María Guzmán. Ahí nos volvieron a pedir los celulares y, al negarnos, apagaron la luz del cuarto y entraron varios agentes que nos arrancaron los celulares, mi backpack y nos revisaron hasta los calcetines.
Bajo amenazas nos pidieron los códigos de los teléfonos. No les di el mío pero lo abrí para que lo revisaran. Estuvimos detenidos por las fuerzas de seguridad del Palacio de Miraflores por más de dos horas.
Hasta el momento, lunes a la medianoche, no nos han regresado los equipos, los celulares ni la entrevista. Un funcionario del servicio de inmigración vino al hotel y nos informó que seremos expulsados del país el martes por la mañana. No podemos salir del hotel.