Tras los hechos violentos que se vivieron en Culiacán por la detención de Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, líder del cártel de Sinaloa, comerciantes de la ciudad estiman que las pérdidas económicas alcanzan los 900 millones de pesos.
Sin embargo, en caso de sumarse las afectaciones en el sector productivo e industrial la cifra podría superar los mil 350 millones de pesos.
Además de que la actividad económica quedó paralizada por la detención del líder criminal, también se registraron actos de vandalismo y rapiña en al menos 38 establecimientos del comercio local.
Tras el anuncio de las autoridades de que las condiciones de seguridad ya permiten realizar las actividades diarias con normalidad, se presentaron renuncias masivas de personal que se rehúsan a asistir a los centros de trabajo ante la percepción de inseguridad.
En tanto, el 95 por ciento de los establecimientos del Centro de la ciudad siguen sin operar, el resto, corresponde a farmacias y alimentos preparados.
Por su parte, la Unión de Locatarios del Centro de Culiacán hizo un llamado a las autoridades para que se reestablezca el orden, la paz y la seguridad en la ciudad para que todo vuelva a la normalidad.
Excelsior