El nombre de Stormy Daniels sigue siendo un zumbido intenso en la oreja de Donald Trump. La actriz porno y supuesta examante del presidente de Estados Unidos presentó en una corte de Los Ángeles una demanda contra Trump sosteniendo que el acuerdo mutuo de confidencialidad sobre un encuentro sexual que habrían mantenido en 2006, 10 años antes de que él llegase a la Casa Blanca, es nulo porque el entonces célebre empresario y showman nunca lo llegó a firmar.
La actriz, cuyo nombre real es Stephanie Clifford, firmó el acuerdo el 28 de octubre de 2016, días antes de las elecciones presidenciales que ganó Trump como candidato republicano. Stormy –Tormentosa, su apodo artístico en inglés– se comprometía a no comentar nada sobre sus supuestos encuentros con el futuro mandatario, y si quebraba esa cláusula debía pagar a la otra parte un millón de dólares.
Según reveló en enero The Wall Street Journal, el abogado personal y hombre de máxima confianza de Trump Michael Cohen pagó a la actriz porno 130.000 dólares aquel mismo mes de octubre para que no ventilara en público sus asuntos con Trump y no perjudicara su imagen de cara a los comicios que lo enfrentaban a la demócrata Hillary Clinton. Cohen ha reconocido el pago pero ha afirmado que el dinero salió de su bolsillo y no tuvo nada que ver ni con Trump ni con su campaña electoral. Ha dicho, además, que Trump «niega vehementemente» haber tenido relaciones sexuales con ella.
La demanda de Clifford pide al juez que declare nulo el acuerdo de confidencialidad. Esto permitiría a la actriz poder conceder entrevistas sobre su supuesta relación con Trump o incluso publicar un libro que supuestamente estaría preparando centrado en estos líos de cama. Stormy Daniels dijo en 2011 a la página de chismorreos The Dirty que se había acostado con Trump cuando llevaba un año casado con su esposa y actual primera dama Melania Trump y recién nacido Barron, el único hijo de ambos.
En febrero, la mánager de Stormy Daniels afirmó que el acuerdo de confiencialidad no tenía valor legal y que su clienta estaba lista para hablar. «Todo se acabó ahora y Stormy contará su historia», dijo.