Horacio Fernández Vázquez, estudiante del noveno semestre de la Facultad de Artes de la BUAP, fue admitido para cursar la carrera en Composición Musical con una beca del cien por ciento en The Juilliard School, en Nueva York, Estados Unidos, la más prestigiosa institución en artes del mundo y de la que han egresado reconocidos artistas, entre ellos Robin Williams, John Williams, Kevin Spacey, Miles Davis y Christopher Reeve.
Horacio será el primer poblano en estudiar en Juilliard, como se identifica a este conservatorio de artes, sumándose así a los pocos mexicanos en tener esta oportunidad.
Tras ganar el Concurso de Composición “Arturo Márquez” para Orquesta de Cámara 2016 y enterarse que uno de los jueces fue el compositor Samuel Zyman, docente de esta institución estadounidense, descubrió que podría estar a la altura de ese nivel académico. En ese momento, plantó la semilla para ingresar a la misma.
Horacio envió su audición en línea: un video con extractos de sus propuestas artísticas como compositor, por ejemplo la grabación oficial del anterior concurso. En una segunda etapa, asistió a una audición, presentó exámenes teóricos y tuvo una entrevista.
Juilliard es catalogada por el U.S. News & World Report como la institución de educación superior con la tasa de admisión más baja de los Estados Unidos, 7.2 por ciento en otoño de 2012. De alrededor de 25 entrevistados, únicamente fueron dos los seleccionados para el área de composición. Horacio Fernández, uno de ellos.
Tras una rigurosa entrevista ante reconocidos expertos en la disciplina, como John Corigliano, la seguridad, el peso de sus argumentos, la expresión de sus ideas y su capacidad para aceptar las críticas, entre otros aspectos, determinaron que el compositor poblano fuera seleccionado para formar parte de la clase 2018-2022, de esta prestigiada institución en Nueva York.
Horacio Fernández Vázquez ambiciona trascender en el ámbito musical y ser una voz de su generación. Espera que la frase de Igor Stravinski lo defina: “Los compositores mediocres piden prestado y son los grandes compositores los que ‘roban’, sus motivos son personales y desconocidos por los demás”.
“Me dejo mucho influenciar por mi entorno. Siento que la música y el arte, que es buena, es aquella que es sincera, por lo que me gusta que mi música refleje la cultura en la que vivimos. Al finalizar mi estancia, espero ser un artista distinto y maduro”.
Sus expectativas: terminar sus estudios en la BUAP, desarrollarse artísticamente y mantenerse firme en sus ideas estéticas, las cuales incluyen música popular latina, como banda, bachata, reggaeton, salsa y cumbia.
Una joven promesa musical
A pesar de que su padre es físico, su madre imparte Matemáticas Financieras y su hermana estudió Economía, Horacio optó por “el arte de las musas”.
A los ocho años tuvo su primer acercamiento musical al tomar algunas clases de piano; “curiosamente en esos momentos la odiaba y no me gustaba ir porque me obligaban”, relata. Seis años después decidió dedicarse a esta disciplina. Su pasión la descubrió al escuchar y tocar la música de Los Beatles, quienes han sido su mayor influencia.
A los 14 años se matriculó en el nivel técnico en la BUAP. Desde entonces notó un interés particular por la composición. “Me di cuenta que lo que más me gustaba era crear, que mi más grande ambición dentro de la música era hacer cosas que fueran propias”. Así, considera, el producto que entrega es más personal y se puede escribir para todos los instrumentos de una orquesta.
Tres años más tarde, en 2014, ingresó a la Licenciatura en Música. A sus 18 años incursionó en su primer trabajo profesional: la producción musical de la obra de teatro Máscaras del Sinsentido, por Teatro Aira, A. C., bajo la dirección de Rodolfo Pineda Bernal.
En 2016 fue ganador del Concurso de Composición “Arturo Márquez” para Orquesta de Cámara, convocado por el Patronato del Centro Cultural Roberto Cantoral A.C. y la Secretaría de Cultura, a través del Instituto Nacional de Bellas Artes. Este certamen lo conquistó con la pieza Gran Fantasía y Fuga Latina, la cual tiene como subtítulo “Talavera”.
Este concurso sería crucial para una gran oportunidad: estudiar en The Juilliard School, la escuela a la que muchos músicos quieren ir. “Es como ir a Harvard u Oxford, que solo dices su nombre y ya es una carta de presentación”, asegura.
El estudiante de la Facultad de Artes de la BUAP también realizó un intercambio académico de casi un año en Francia, en la Universidad de Lyon II-Lumière y en el Conservatorio de Lyon, donde desarrolló diversos proyectos, entre estos estudios de jazz y de música latina.
En noviembre, la Filarmónica 5 de Mayo estrenará música de su autoría; además tiene comisiones en Alemania con otros ensambles y en Estados Unidos tendrá presentaciones en el mes de octubre. Sin duda, Horacio Fernández Vázquez tiene un futuro prometedor.