Francisca Martínez pertenece al Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe, SJ dirigido a estudiantes originarios de comunidades rurales, indígenas y campesinas.
Movilizada por la gran convicción de cambiar el futuro de su comunidad y superar sus propios límites, Francisca Martínez López, estudiante de noveno semestre de la Licenciatura en Ciencias Ambientales y Desarrollo Sustentable, ganó el segundo lugar en el Premio Nacional de Investigación en Desarrollo Sustentable y Economía Circular David Garza Lagüera 2023.
Francisca consiguió este logro en la categoría de estudiantes de licenciatura tras competir con otros 108 proyectos. A pesar de la incertidumbre que surgió en ella al conocer la densidad de postulantes, se mantuvo firme y logró su objetivo: estar entre los primeros lugares de este premio nacional.
Su proyecto estuvo enfocado en una problemática ambiental latente en la comunidad de la que es originaria: Hueyapan, Puebla. El relleno sanitario del municipio es un gran contaminante que no ha recibido un tratamiento adecuado por parte de las autoridades, y afecta los ríos y parcelas que las y los habitantes usan para su consumo.
Ante esto, Francisca dio cuenta de la importancia de la educación ambiental desde los primeros años de formación, y diseñó un programa educativo de estrategias para el manejo integral de residuos sólidos urbanos (RSU) en escuelas de educación básica y media superior.
“Me quise enfocar mucho en la parte de estudiantes, ya que creo que es una forma de poder integrarse más fácilmente a la comunidad, y poder contribuir a su educación; en este caso, educación ambiental”. La estudiante, próxima a culminar sus estudios, consiguió llevar su proyecto a una escuela primaria, una secundaria y un bachiller.
Los resultados obtenidos fueron gratos para la futura ambientóloga, pues pudo brindar una orientación integral a las y los estudiantes sobre la separación de residuos, su uso, reúso, reciclaje y otras estrategias de gestión adecuadas para estos. Igualmente consiguió extender estos conocimientos a las familias de las comunidades escolares en las que trabajó, gracias a la iniciativa y difusión del alumnado.
Este proyecto resignificó la vida personal y profesional de Francisca, pues al ser parte de su formación en el Programa Intercultural de Vida Universitaria Pedro Arrupe, SJ, el cual le otorga una beca del 100% y herramientas educativas y de liderazgo para incidir positivamente en su comunidad, fue un logro determinante para su vida futura.
“Como parte de la beca nos piden presentarnos como líderes comunitarios o personas que tengan incidencia social dentro de nuestras comunidades. Este tipo de oportunidades nos permiten lograr esos objetivos” apuntó Francisca, que reconoce que este programa le dio una perspectiva más completa para “dar un cambio verdadero hacia la sustentabilidad”.