La experiencia universitaria contempla el contacto con realidades diversas a través de plataformas como consejos estudiantiles, grupos de interés, laboratorios e institutos.

El alumnado de la Ibero Puebla alista su periodo electoral. Jóvenes que conformarán las planillas en la elección de los próximos Consejos Estudiantiles de Representantes (CER) tuvieron la oportunidad de conocerse y comenzar a identificar vías de trabajo colaborativo con un horizonte en común: la incidencia positiva en el entorno.

Los CER son entidades de representación que constituyen el vínculo directo entre el estudiantado y la Institución. Entre sus responsabilidades se encuentra la toma de decisiones en beneficio de sus compañeros con base en un diagnóstico de las necesidades colectivas.

Se busca que los consejos sigan el camino de los diferentes espacios de participación universitaria. Así lo constató Valeria de León, quien, cuando estudiaba la Licenciatura en Ingeniería Logística, formó parte de espacios como el Programa Universitario Ignaciano, el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ (IDHIE) y el Laboratorio de Innovación Económica y Social (LAINES).

Dichas instancias le permitieron resignificar la incidencia social como una forma crítica de mirar la realidad y actuar en consecuencia. Compartió la egresada: “Nadie mencionaba el papel de la Ibero Puebla hasta que salí. […] Hay otro rol que podemos tener desde estos espacios. [Debemos] reconocer en dónde estamos en medio de las desigualdades y cuestionar nuestros privilegios”.

Creatividad, emprendimiento y liderazgo ignaciano son tres competencias que un consejero desarrollará durante los doce meses de servicio a sus pares. Ana Karen Herrera, responsable de Participación y Vida Universitaria, apunta que la experiencia también provee de habilidades blandas como hablar en público, negociar y gestionar eventos multitudinarios.

Los CER se han convertido en actores centrales de la Ibero Puebla. En el último año, los 17 consejos que concluirán sus funciones en octubre próximo realizaron más de 60 actividades académicas, 10 concursos, cinco congresos y dos capacitaciones especializadas. Además, fueron parte medular en el proceso de reestructuración de la Defensoría de Derechos Universitarios.

El alumnado presente en la jornada de encuentro y trabajo reflexionó acerca de cómo se desarrollan acciones transformadoras desde la vida estudiantil, como es el caso de los espacios de participación social y las asignaturas que estimulan el pensamiento crítico. “En el momento en el que pensamos contra la corriente empezamos a hacer política”, compartió un estudiante.

Así ha quedado de manifiesto en acciones de compromiso social como el posicionamiento conjunto frente a la crisis institucional de la UDLAP y el corredor de migrantes en Puebla. Además, la vinculación con el exterior ha permitido a los líderes estudiantiles reunirse con Lorena Giacomán, asistente de Educación de la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús.

Frente al cuestionamiento sobre la relevancia de los consejos estudiantiles, algunas voces subrayaron que se trata de espacios que pueden amplificar las demandas de un núcleo. “No nada más [hay que] quedarnos en hacer conferencias, sino externarlo al mundo. Queremos dar herramientas a largo plazo”, comentó una alumna de Economía y Estrategias Financieras.

Al mismo tiempo, lo aprecian como una oportunidad para romper barreras institucionales y estimular la participación. “Es por esto por lo que hemos peleado”, celebró un joven de Ciencias e Ingenierías, el departamento de mayor concurrencia en el foro. En contraste, Ana Karen Herrera asegura: “La Universidad tiene toda la intención de escuchar a las y los estudiantes”.

La elección, a celebrarse de forma virtual el 13 de septiembre, demanda que las 24 planillas aspirantes presenten un plan de trabajo que contemple cinco rubros: trabajo académico; vinculación interna y externa; integración; transparencia y rendición de cuentas, y acción social.