Una investigación de la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA, por sus siglas en inglés) sugiere que la Luna se formó a partir de los mismos materiales que la Tierra.
El estudio combina análisis experimentales con diversos análisis hechos a muestras recolectadas hace casi 50 años de las misiones Apolo. Los resultados proporcionan evidencias convincentes de que la formación de la Luna se dio luego de un impacto de un objeto del tamaño de Marte con Tierra.
La agencia espacial estadunidense señala que el modelo más aceptado para la formación de la Luna, la proto-Tierra es golpeada por un cuerpo impactante del tamaño de Marte.
Tras el impacto, el material del cuerpo impactante se expulsa a un disco en la órbita de la Tierra y se cree que formó la Luna.
Sin embargo, el científico planetario, Kevin Righter desafía la idea de que la Luna se formó del material del cuerpo impactante, por ello afirma el satélite natural se Luna creó desde la tierra.
Para el desarrollo de la investigación, Righter usó un modelo de «Luna en volumen» similar a la de la Tierra, comparó las concentraciones de 14 elementos volátiles encontrados en las muestras del satélite natural con los valores calculados.
Los resultados arrojaron una fuerte correlación con la mayoría, nueve de los 14; esto sugiere que la Luna no está hecha de material del cuerpo impactante del tamaño de Marte.
“Al simular los procesos principales que contribuyen a la formación y diferenciación temprana de la Luna, pudimos predecir el nivel de cada elemento que debería estar presente en el manto de la Luna”, señaló Righter.
La investigación también muestra que los otros cinco elementos, el de mayor volatilidad de los 14 de zinc, estaño, cadmio, indio y tulium, tienen concentraciones más bajas que las predicciones del modelo.
Ante ello, Righter señala que los elementos restantes pueden estar en concentraciones bajas en el manto lunar porque nunca se vuelven a condensar después del impacto gigante.
Por lo anterior el científico sugiere que dichos elementos se quedaron en una fase gaseosa que después se separó del material final.
“La posibilidad de que la mayoría de estos elementos altamente volátiles permanecieran en la fase gaseosa y no se condensaran en la Luna proporciona una explicación plausible para esta diferencia entre la Tierra y la Luna”, enfatizó.
Righter señaló que a pesar de los resultados se requieren mayor investigaciones para comprender de mejor manera el entorno dinámico del disco de post-impacto.