Evo Morales llegó al poder el 22 de enero de 2006, con el discurso populista de que velaría primero por los pobres y con la bandera de ser el primer presidente de origen indígena fue violando sistemáticamente las leyes de su país para mantenerse en el poder hasta el 10 de noviembre de 2019, consideró Mariana Gómez del Campo, secretaria de Asuntos Internacionales del CEN del PAN.
La Constitución boliviana solo permite una reelección. Sin embargo, el partido Movimiento al Socialismo alegó que Morales podía presentarse a las elecciones por un cuarto mandato (2005, 2009, 2014 y 2019) porque era un derecho humano, situación que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en 2021 dejó muy claro ya que la prohibición de la reelección indefinida es compatible con la Convención Americana sobre Derechos Humanos, es decir, que la habilitación de la reelección presidencial indefinida es contraria a los principios de una democracia representativa, refiere la panista.
Es por eso que, “desde Acción Nacional queremos dejar muy claro que Evo Morales NO es bienvenido en México y lamentamos que una vez más un invitado de honor para nuestras fiestas patrias sea un personaje antidemocrático que buscó perpetuarse en el poder de su país violando sus leyes”, dijo.
Al ser de los mismos principios y corriente ideológica hemos visto a López Obrador y a Evo Morales manifestar su apoyo a otros líderes de carácter populista como lo son Luiz Inácio Lula da Silva, Brasil, y Cristina Fernández de Kirchner, Argentina. Además de demostrar su apoyo a dictadores como Fidel Castro y Miguel Díaz Canel de Cuba, Daniel Ortega, Nicaragua, y Hugo Chávez y Nicolás Maduro de Venezuela. Estos últimos, totalitarios que han llevado a sus países a las peores crisis políticas y económicas.
La panista señaló que es imperativo que, “recordemos que durante el asilo otorgado a Morales en 2019 el gobierno mexicano se olvidó de la austeridad republicana y además de destinar un avión de la Fuerza Aérea para ir por él a Bolivia, se le destinaron vehículos y hospedaje de lujo”.
Es por eso que, la invitación de Evo Morales se puede considerar como una afrenta a la democracia no solo de nuestro país sino de toda la región.