El aislamiento social demostró que es posible reducir la contaminación, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó un manifiesto con seis acciones para tener un planeta más limpio y sano.
Indicó que se debe proteger y preservar la naturaleza, invertir en servicios esenciales, desde agua y saneamiento hasta energía limpia en instalaciones sanitarias; además, asegurar una transición energética rápida y saludable, promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles; construir ciudades saludables y habitables y, por último, dejar de usar el dinero público para financiar la contaminación.
Tedros Adhanom, director de la OMS, apuntó la víspera que “el costo humano del coronavirus -Covid-19- ha sido devastador, y las llamadas medidas de bloqueo han dado un vuelco a la vida normal, pero la crisis puede ser una oportunidad para un futuro mejor”.
“El coronavirus nos dio una idea de cómo podría ser nuestro mundo si tomáramos los audaces pasos necesarios para frenar el cambio climático y la contaminación del aire. Nuestro aire y agua pueden ser más limpios, nuestras calles pueden ser más tranquilas y seguras, y podemos encontrar nuevas formas de trabajar mientras pasamos más tiempo con nuestras familias”, aseguró.
Además, el pasado martes, 40 millones de profesionales de la salud enviaron una carta a los líderes del G-20, donde pidieron una recuperación saludable y verde después de la pandemia del coronavirus.
La OMS apuntó que las “economías son producto de sociedades humanas saludables, que a su vez dependen del medio ambiente natural, la fuente original de todo el aire, agua y alimentos limpios, por lo que la deforestación, hasta las prácticas agrícolas intensivas y contaminantes, así como el manejo inseguro y el consumo de vida silvestre, socavan estos servicios”.
Puntualizó que los planes para la recuperación tras Covid-19, y específicamente los destinados a reducir el riesgo de futuras epidemias, “deben ir más allá de la detección temprana y el control de los brotes de enfermedades, también necesitan disminuir nuestro impacto en el medio ambiente”.
Respecto a inversión en servicios esenciales, la organización consideró que en todo el mundo, millones de personas carecen de acceso a servicios básicos que se requieren para proteger su salud.
“En general, los riesgos ambientales y laborales evitables causan aproximadamente una cuarta parte de todas las muertes en el mundo. La inversión en entornos más saludables para la protección de la salud, la regulación ambiental y la garantía de que los sistemas de salud sean resistentes al clima, es una barrera esencial contra futuros desastres”, precisó.
Manifestó que se debe asegurar una transición energética rápida y saludable hacia la energía limpia para cumplir con el acuerdo climático de París de mantener el calentamiento por debajo de los 2 grados Celsius (°C) y mejorar la calidad del aire.
Para promover sistemas alimentarios saludables y sostenibles, luego de que la agricultura, enfrenta la destrucción de tierras para criar ganado lo que contribuye en un cuarto de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, además el cambio en el uso de tierra es “el principal impulsor ambiental de los nuevos brotes de enfermedades”.
También, dijo que se requiere construir ciudades saludables y habitables, ya que más de la mitad de la población mundial vive en ciudades que son responsables de más del 60 por ciento de la actividad económica y las emisiones de gases de efecto invernadero.
Refirió que muchas de las ciudades más grandes y dinámicas del mundo, como Milán, París y Londres, expandieron ya las ciclovías, lo que ha mejorado la actividad económica y la calidad de vida.
Por último, la OMS pidió dejar de usar el dinero público para financiar la contaminación, ya que a nivel mundial se gastan unos 400 mil millones de dólares cada año del dinero de los contribuyentes para subsidiar combustibles fósiles, que están impulsando el cambio climático y causando contaminación del aire.
“A medida que algunos países comienzan a reabrir sus sociedades y economías, la pregunta que debemos responder es si volveremos a ser como eran las cosas o si aprenderemos las lecciones que la pandemia nos está enseñando sobre nuestra relación con nuestro planeta” destacó el director de la OMS. (NTX)