Este programa es promovido por la Organización Mundial de la Salud, sin embargo, es primordial analizar su impacto antes de aplicarlo en escuelas

El programa escolar de Educación Sexual Integral (ESI) promovido desde la Organización Mundial de la Salud (OMS), debe analizarse, estudiarse y dar a conocer sus condiciones a detalle antes de aplicarse en aulas mexicanas.

Esta es la postura de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia A. C. (FENAPAF), que en reunión manifestó su preocupación con la aplicación de dicho programa, del cual se han dado pocos detalles y pese a ello existe una seria pretensión de ejecutarlo en el país.

Incluso existen voces que refieren que prevalece un alto riesgo de afectar la enseñanza de los escolares y su comportamiento, -al ser aprobado por legisladores en el país, aplicando reformas a la ley de educación-, ya que no se descarta que en este nuevo esquema que da apertura a detalles en la educación sexual, se promuevan comportamientos sexuales de alto riesgo, incluso despertando el interés en menores en torno al placer sexual.

Al respecto, Aurora González Tejeda, presidenta de la FENAPAF, refirió que esta clase de programas no se pueden ejecutar a la ligera y a consecuencia de un latente descontento, se conoce de la recaudación de firmas que ya se realiza a nivel nacional e internacional, para detener este programa.

Precisamente en la página StopCSE.org (comprehensivesexualityeducation.org), se puede conocer más del tema e incluso se puede firmar de manera virtual contra la iniciativa.

“Lo que pedimos como padres y madres de familia es que no se tome a la ligera un cambio en la educación sexual, porque somos una nación respetuosa de la familia, de sus costumbres y tradiciones y no podemos cambiar a un sistema de enseñanza demasiado permisivo e incluso tan abierto que podría caer en el libertinaje”, refirió.