Las culturas patriarcales orillan a los hombres a no poner atención en su interioridad, así lo expresó Antonio Ramírez Hernández, responsable del Centro de Capacitación para Erradicar la Violencia Intrafamiliar Masculina (CECEVIM). Esto durante su participación en el conversatorio el Trabajo con Varones en Grupos Reeducativos, realizado en la Ibero Puebla.
El experto en Psicología Clínica indicó que es la falta de empatía hacia uno mismo lo que provoca en algunos hombres la incapacidad para establecer relaciones sanas con otros seres humanos. Esto estimula que en ocasiones se busque a una mujer, o varias, para ser feliz. Pues presentan dificultades para sentir sus propias emociones.
Al depender de otra persona para encontrar la estabilidad, es común que la violencia aparezca cuando sientan que la pareja se va y se quedan solos. Pues perciben que se está rompiendo su bienestar.
Ramírez Hernández destacó que la principal motivación de los hombres para iniciar un proceso grupal de reeducación para combatir la violencia, es cuando se encuentran en crisis de pareja, o incluso cuando ya están bajo cargos legales en su contra. La exigencia por parte de la otra persona para hacer un cambio, bajo la amenaza de abandonarlo, también es una de las principales razones.
Subrayó además que desafortunadamente se tiene que llegar a momentos de dificultad para que las personas se acerquen a centros reeducativos para varones, generalmente cuando ya se ha ejercido un daño físico y emocional hacia la otra persona. Siendo muy pocos los que llegan por una conciencia propia de mal comportamiento.
Finalizó indicando que existe una resistencia cultural para aprender temas de género por parte de los hombres. Por lo que el primer paso para combatir la violencia masculina es tener la voluntad de aprender. Entendiendo que la solución es generar empatía y felicidad por nosotros mismos, y de esa manera podrá extenderse a otras personas.
Durante este conversatorio, Darío Ibarra Casals, facilitador del CECEVIM en Uruguay, insistió en la diferencia entre dolor y sufrimiento. Mencionó que el dolor es una emoción básica que sentimos todos los seres humanos, mientras que el sufrimiento resulta cuando el dolor se extiende y no somos capaces de procesarlos. Este también es una noción cultural.
Concluyó, que es este sufrimiento lo que obliga a los hombres a buscar ayuda en los grupos para tratar la violencia. Motivados por la incapacidad de procesar el dolor por prolongados periodos de tiempo, y la imposibilidad de relacionarse con otras personas, a pesar de que en su vida personal el sujeto mencione que esté bien.
Cabe recordar que el conversatorio el Trabajo con Varones en Grupos Reeducativos formó parte del Encuentro Internacional del Modelo CECEVIM-GENDES, el cual se llevó a cabo en las instalaciones de la IBERO Puebla.