La explosión que tuvo el martes pasado el volcán Popocatépetl es una de las más importantes desde que comenzó su erupción, en 1994, sin embargo, no es indicativo de que vaya a tener mayor actividad, afirmó el director del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM, Hugo Delgado Granados.
Indicó que a pesar de que fue un evento relevante en cuanto a la energía liberada, su duración no fue tan grande como para exhalar gran cantidad de material, pues la duración fue de aproximadamente un minuto.
“De modo que no hay una repercusión en términos del volumen de material lanzado y eso es una buena señal. El volcán sigue teniendo explosiones. Después del evento del martes pasado, al menos ha habido tres”, informó.
Resaltó que actualmente se le da mayor seguimiento a la actividad del coloso. Hoy, a diferencia de hace algunos años, tenemos más cámaras y por ello los sucesos en torno al volcán son mucho más vistosos.
“Con la reciente renovación del equipo de monitoreo es posible una observación más clara y cercana de su actividad, y con base en el registro que se lleva podemos decir que no hemos salido del rango de intensidades que ha tenido Don Goyo desde hace casi 25 años”, subrayó en un comunicado.
Mencionó que la explosión que generó una columna de más de cuatro kilómetros de altura son eventos que pueden ocurrir en cualquier momento y, en consecuencia, acercarse al cráter no es recomendable.
Un evento explosivo emite materiales que alcanzan un promedio de cinco kilómetros y nadie vive en los primeros 11 cercanos al volcán; lo que sí sucede es que las cenizas alcanzan hasta más de 30 kilómetros al ser transportadas por el viento, que en esta época del año tiene dirección preferencial hacia el oriente del volcán.
En este caso, dijo, sí pueden llegar a las poblaciones ubicadas en este rango de distancia. Es precisamente a ellas a quienes más se les pide tomar en cuenta las recomendaciones de Protección Civil.
El vulcanólogo comentó que al contar con más cámaras y ante un evento de esta intensidad, las imágenes que se tienen son más vistosas; “sin embargo, no hay que alarmarse. Debemos seguir las recomendaciones del personal de Protección Civil, local y federal, y evitar hacer caso de las publicaciones que se difunden en las redes sociales que desinforman y sólo generan miedo entre la población”.
“Según lo que hemos observado en el registro histórico, el Popocatépetl tiene el siguiente patrón de comportamiento: puede estar activo hasta 30 o 40 años, y después volverse a dormir un promedio de 70 años, para luego reiniciar su actividad eruptiva”.
En este momento no se puede pronosticar cuánto tiempo más estará en actividad eruptiva ni la intensidad máxima que pueda alcanzar, lo que sí es predecible es que en algún momento entrará nuevamente en su etapa de reposo, resaltó.
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