El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la expulsión de 60 ciudadanos rusos de territorio estadounidense este lunes, incluidas 12 personas identificadas como agentes de inteligencia establecidos en la sede de Naciones Unidas en Nueva York, en respuesta al presunto envenenamiento de un ex espía ruso en Gran Bretaña.
La orden de expulsión, anunciada por funcionarios de la Administración, también contempla el cierre del consulado ruso en Seattle.
Según los funcionarios, los ciudadanos rusos y sus familias tienen siete días para abandonar Estados Unidos.
Las expulsiones son las medidas más duras tomadas contra el Kremlin por el Mandatario estadounidense, quien ha sido criticado por no ser lo suficientemente firme con el Presidente ruso, Vladimir Putin.
En una conferencia de prensa, altos funcionarios de la Casa Blanca afirmaron que la medida era para expulsar a los rusos que participan activamente en operaciones de inteligencia contra el país, y así mostrar que Estados Unidos apoyaría a los aliados de la OTAN.
Los funcionarios aseguraron que el cierre del consulado en Seattle fue ordenado debido a su proximidad a una base naval de Estados Unidos.
Reino Unido expulsó previamente a 23 diplomáticos rusos por el envenenamiento contra el ex espía ruso Serguéi Skripal, elevando las tensiones entre los dos países a un nivel sin precendentes al nivel de la Guerra Fría.
El Gobierno británico prometió tomar medidas enérgicas contra los espías rusos, las élites corruptas y la riqueza mal habida en Reino Unido.
El 15 de marzo, la Administración Trump impuso sanciones a una serie de organizaciones e individuos rusos por su interferencia en las elecciones presidenciales de 2016 y otros ciberataques maliciosos, su acción más significativa contra Moscú hasta este lunes.
Con las recientes medidas, Estados Unidos se unió a Reino Unido, Francia y Alemania para denunciar a Rusia por su aparente papel en un ataque de gases neurotóxicos contra un ex espía ruso y su hija en territorio británico, calificándolo como una clara violación del derecho internacional.
El presidente estadounidense ha dicho que, a pesar de sus negativas, Rusia probablemente estaba detrás del ataque.
«Parece que sí», aseguró a los periodistas en la Casa Blanca el 15 de marzo, y agregó que había hablado con la Primera Ministra británica, Theresa May.
«Estamos en discusiones profundas», señaló Trump.
«Una situación muy triste. Ciertamente parece que los rusos estaban detrás de eso. Algo que nunca debería suceder. Y nos lo tomamos muy en serio, como creo que son muchos otros temas», añadió.
Trump ha demostrado cierta cautela al actuar en comparación con los líderes de Reino Unido, Francia y Alemania por el ataque, en el que Serguéi Skripal, un ex espía, y su hija, Yulia Skripal, fueron atacados con un agente nervioso.
Funcionarios de la Casa Blanca calificaron el agente nervioso usado en el ataque de grado militar, pero se negaron a dar detalles sobre la sustancia utilizada.