Con la entrada en vigor de la fase dos del coronavirus en México debemos ser aún más cautelosos, sobre todo si eres chofer de transporte público o privado, pues dada la naturaleza de este trabajo, se está en contacto constante con las personas que requieren de estos servicios por la imposibilidad de permanecer en casa.
Para ello, consultamos a la doctora Beatriz Monroy, quien nos explicó las medidas necesarias que debemos tomar, ya sea como conductor o como pasajero.
QUÉ HACER
Antes de protegernos como conductores, y como ya lo explicamos en el consultorio anterior, primero debemos limpiar el interior del vehículo, sobre todo en las partes más sucias del habitáculo como el volante, manijas, palanca de velocidades, botones, perillas, cinturones de seguridad y pantalla del sistema de infoentretenimiento, y mantenerlo limpio pasando un paño húmedo que contenga limpiador de interiores al iniciar y terminar la jornada de manejo.
Para evitar algún contagio, lo primero que debemos utilizar es un cubrebocas, y el más eficaz en estos momentos, después de los que tienen certificación N95 o FFP2, utilizados principalmente por personal de salud, es el quirúrgico, esto de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, pues este aditamento puede ayudar a retener las gotitas más grandes que podrían contener microbios, virus y bacterias, para que no lleguen a la nariz o la boca”, explica nuestra especialista. Es importante que al colocarlo se cubra nariz y boca, pues muchas personas sólo lo colocan en la boca, dejando la nariz vulnerable ante un contagio.
La recomendación es que antes de colocarlo y al retirarlo debemos lavarnos perfectamente las manos con agua y jabón o utilizar gel antibacterial, colocarlo en nuestro rostro lo más ajustado posible y cambiarlo por uno nuevo cada cinco horas máximo, o, en su defecto, si está roto o húmedo”.
Lo siguiente es utilizar guantes, pues protegerán nuestras manos al entrar en contacto con el dinero. Y es que, de acuerdo con un artículo publicado en la revista Scientific American, se demostró que el dinero en efectivo es un auténtico caldo de cultivo de enfermedades.
El estudio reveló rastros de componentes en un muestreo significativo, como el virus de la gripe, la bacteria del E. coli que puede producir problemas de diarrea o infecciones genitales, la bacteria Corynebacterium Diphteriae que causa infecciones de Difteria con dolor de garganta y fiebre, diferentes tipos de hongos y rastros de ADN de diversos animales como perros y gatos, entre otros.
Los guantes, ya sean de látex, vinilo o nitrilo, pueden ser un gran aliado para evitar el contacto directo con secreciones, fluidos, piel, mucosas y materiales sucios o contaminados en maniobras y procedimientos de riesgo.
Sin embargo, para que no pierdan su efectividad, se debe elegir el tamaño adecuado, pues si quedan muy holgados no servirán de nada y, de lo contrario, el uso de unos guantes demasiado estrechos puede, por ejemplo, reducir sus propiedades aislantes o dificultar la circulación.
También debemos lavarnos las manos antes y después de usarlos y reemplazarlos por unos nuevos cada cinco horas”, concluyó nuestra especialista.
Finalmente, cuando una persona o personas se suban al vehículo, será necesario llevar una botella con gel antibacterial y pedirle a los ocupantes que lo apliquen en sus manos, pues con esto evitaremos que el coronavirus viaje con nosotros.
Excélsior