Contrario a lo difundido a través de redes sociales, la emisión de facturas instantáneas solo vendrá a facilitar el proceso a los contribuyentes.
«(Este nuevo método) es una facilidad para las personas porque actualmente, cuando hacemos un pago con tarjeta y queremos facturar ese gasto, muchas veces es necesario ingresar a un portal en Internet, capturar los datos fiscales y descargar las facturas», manifestó Alejandro Ponce Rivera, socio de la firma Defensa Fiscal Grupo Jurídico.
Por ello, descartó que esa modalidad sea para fiscalizar los ingresos de los contribuyentes al usar la tarjeta de crédito como forma de pago en los establecimientos del país.
«Eso no generará mayor fiscalización sobre los ingresos de las personas que están pagando con tarjeta», manifestó el experto, al enfatizar que nadie será perseguido por decidir esa forma de pago, ya que al menos desde 2014 el Servicio de Administración Tributaria (SAT) solicita información, como nombre, domicilio y RFC, a la instituciones financieras sobre los contribuyentes que buscan uno de esos servicios.
«Esto está vigente desde hace varios años (…) y la fiscalización ya existe» para conocer si se pagan impuestos del dinero de las cuentas bancarias, expuso.
Pero sí podrá identificar a quienes caigan en una «discrepancia fiscal», es decir, cuando los gastos exceden de los ingresos obtenidos. «Eso es considerado como un ingreso omitido y puede cobrar impuestos el SAT», externó.
El SAT aclaró que la incorporación del Registro Federal de Contribuyentes (RFC) al plástico será opcional y, de no tomar la opción, se mantendrá el actual proceso de facturación.
«La facturación instantánea aplica únicamente para el titular de la tarjeta y que acepte como medio de pago tarjetas bancarias (de crédito o débito), cuenten con una terminal punto de venta actualizado y que su operación se ajuste a esta forma de facturación».
«Eso no debe representar un temor para las personas que realicen pagos con tarjeta», insistió Ponce Rivera, quien dijo que el dinero usado será comparado con los ingresos declarados.
«Al SAT no le interesa en qué nos gastamos el dinero, sino el origen del dinero con el que estoy pagando mi tarjeta», explicó.
En noviembre pasado, el SAT y la Asociación de Bancos de México (ABM) signaron un convenio para poner en marcha esta modalidad durante el primer cuatrimestre del año en curso.
Sin embargo, Ponce Rivera añadió que el avance de ello podría tardar aún más, como ocurrió con la plataforma de Cobro Digital (CoDi), porque irá por etapas y dependerá de las adecuaciones de la banca comercial en las Terminales Punto de Venta (TPV).