El cortejo que acompaña al féretro del príncipe Felipe salió este sábado del patio del castillo de Windsor, la residencia real del oeste de Londres donde murió hace ocho días el marido de Isabel II, hacia la capilla de San Jorge, donde será enterrado.
La procesión, de ocho minutos de duración, comenzó a las 14h45 horas (13h45 GMT) con el traslado del féretro en un Land Rover que el príncipe ayudó a diseñar, seguido por los miembros más cercanos de la familia real, incluidos sus cuatro hijos, a pie, seguidos de la reina en un automóvil.
Sin embargo, la monarca, que el miércoles cumple 95 años, se sentó sola en la capilla para despedir a su esposo, el hombre con quien se casó siendo aún princesa en 1947 y cuya muerte la deja sola en el ocaso de su reinado.
Todas las miradas estuvieron puestas en los príncipes Enrique y Guillermo, cuyas relaciones son tensas, en busca de alguna señal de reconciliación.
Esta fue la primera aparición pública de Enrique, de 36 años, con la realeza desde que él y su esposa Meghan, que no viajó al Reino Unido por estar embarazada, abandonaron sus funciones reales y se fueron a vivir a California.
Enrique no caminó no obstante junto a su hermano, de 38 años. Entre ellos se situó su primo Peter Phillips, alimentando las especulaciones sobre una persistente disputa.
Tras el funeral, presidido por el arzobispo de Canterbury, Justin Welby, líder espiritual de los anglicanos, el duque debe ser enterrado en privado en la bóveda real de la capilla San Jorge.
Fuente: AFP