La ley debe definirla como un elemento central para distinguir entre el libre ejercicio de la sexualidad y un acto de violencia, coincide el senador Miguel Ángel Osorio.
La presidenta de la Mesa Directiva, Olga Sánchez Cordero, consideró fundamental incluir la figura del consentimiento en el marco legal de administración de justicia, como una pieza clave para prevenir e identificar, de manera temprana, la violencia sexual por razones de género.
Sánchez Cordero asistió a la presentación de la Recomendación General número 3, del Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Convención Belém do Pará. Ahí, asentó que es necesario legislar para asegurar que las mujeres no deben subyugarse ante nadie, ni permitir ningún tipo de abuso, pues ellas son las dueñas de su cuerpo y de su vida.
La senadora recordó que la Recomendación General número 3, relativa a “La figura del consentimiento en casos de violencia sexual por razones de género”, es un documento que ofrece un análisis estructural de la desigualdad.
Además, considera al consentimiento como un primer paso para llevar a cabo el ejercicio de la autonomía de las mujeres y como un principio irrefutable en la construcción de políticas públicas, capacitación y sensibilización de los operadores del Sistema de Justicia.
La Convención Belém do Pará, subrayó, es un documento muy importante en la lucha contra la violencia de género a nivel mundial, y la figura del consentimiento, precisó, juega un papel clave para lograr resultados óptimos en las etapas de persecución, investigación y sanción de los casos de violencia sexual.
Expresó que el hecho de garantizar que las mujeres puedan ejercer sus derechos en libertad e igualdad, permite empoderarlas y contar con más mujeres consientes, fuertes, decididas y libres.
La presidenta del Senado de la República consideró indispensable impulsar las voces de las mujeres que claman por sus derechos en las plazas y calles del mundo, para que tengan eco en los recintos de justicia del país, las políticas públicas y las legislaciones.
La ausencia de resistencia, el silencio, la falta de amenazas o coacción, acotó, no siempre es consentimiento, “o como bien dice el himno feminista, la culpa no era mía, ni dónde estaba, ni como vestía”.
El senador Miguel Ángel Osorio Chong, presidente del Instituto Belisario Domínguez del Senado, dijo que el IBD se suma a la Comisión Interamericana de Mujeres, para poner énfasis en la figura del consentimiento, como un elemento central para diferenciar y distinguir entre el libre ejercicio de la sexualidad o un acto de violencia y abuso.
Se trata, dijo, de que en la ley se defina al consentimiento, para que se reconozca con claridad, por lo que las y los legisladores deben asumir su responsabilidad, reformar y homologar los códigos penales para que el uso de la fuerza no sea la única determinante del abuso sexual y se dejen de poner un sin número de requisitos absurdos para investigar este delito.
Refirió que la violencia sexual es un ilícito aberrante, que reduce a la persona a un objeto, vulnera su intimidad y dignidad, lastima su seguridad y confianza, y que, lamentablemente, sucede todos los días”.
Osorio Chong señaló que en lo que va del año, en México se han presentado 14 mil denuncias por violación.
La secretaria ejecutiva de la Comisión Interamericana de Mujeres, Alejandra Mora Mora, se pronunció por la armonización legislativa en la que se imponga como elemento central de los delitos sexuales al consentimiento y en la que se eviten las “figuras de tipos penales que son gravosas para las víctimas”.
Expuso que son importantes las fiscalías, para que las principales líneas de investigación se enfoquen en adjudicar el tema de la falta de consentimiento y a leer los contextos de poder en los temas de violencia sexual, así como para no revictimizar a quienes sufrieron este delito.
La presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres, Nadine Gasman Zylberman, señaló que es urgente la conceptualización de la figura del consentimiento dentro de los códigos penales, ya que tiene implicaciones sobre la aceptación del ejercicio libre y voluntario de la sexualidad.
Desde el Instituto, aseguró, acompañaremos los esfuerzos para capacitar y sensibilizar a los operadores de justicia, a fin de garantizar a las mujeres, niñas y adolescentes una vida libre de violencia y discriminación.
La vicepresidenta de la Convención de Expertas de la Convención Belém do Pará, Marcela Huaita, expresó que se necesita el compromiso de todas y todos para abordar esta recomendación, pues todavía existe un gran peso de los estereotipos de género en las investigaciones y procesamiento de las causas por parte de las y los funcionarios del sistema de justicia.