El fiscal general de Texas, el republicano Ken Paxton, ha solicitado este viernes a la Corte Suprema de ese estado que detenga el aborto de una mujer a la que una juez le permitió terminar con su embarazo por razones médicas.
Paxton ha pedido al Supremo de Texas que revierta el fallo de la jueza del condado de Travis Maya Guerra Gamble que permite a Kate Kox abortar a pesar de tener 20 semanas de embarazo, ya que su caso clasifica dentro de las excepciones permitidas por la ley.
La Fiscalía de Texas se había opuesto a la petición de Cox, de 31 años, de terminar con su embarazo. La mujer tuvo que recurrir a la corte argumentando que, a pesar de que ella y su esposo querían desesperadamente tener el bebé, sus médicos le advirtieron que no era viable y representaba un riesgo para la salud y la fertilidad de la madre.
Paxton ha pedido a la Corte Suprema de Texas que se pronuncie rápidamente sobre el caso de Cox. “Cada hora que [la orden de la juez Guerra Gamble] permanece vigente es una hora en la que los demandantes se creen libres de realizar y procurar un aborto electivo”, argumentó el fiscal republicano en el escrito citado por el periódico The Texas Tribune.
Agregó que “nada puede restaurar la vida del feto que se perderá como resultado del aborto.
El fiscal republicano también ha enviado una carta a los tres hospitales de Houston, donde la doctora de Cox, Damla Karsan, podría practicarle el aborto, advirtiendo que procesaría a a cualquier médico o institución de salud involucrado en el procedimiento.
Texas ha aprobado las leyes más restrictivas contra el aborto en Estados Unidos, incluso antes de la Corte de Suprema de Justicia, que eliminó en junio de 2022 el derecho a una mujer a terminar con su embarazo.
En septiembre de 2021 entró en vigor en Texas la «Ley de latido del corazón», que prohíbe el aborto si se detecta actividad cardíaca en el feto, algo que sucede a las seis semanas de gestación, cuando muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas.
El Universal Online