Florence fue degradado hoy a depresión tropical al continuar su camino hacia el oeste sobre los estados de Carolina del Norte y del Sur, con lluvias torrenciales que han derribado árboles, líneas eléctricas, provocado extensas inundaciones y causó 14 muertes, de acuerdo con las autoridades.
Sin embargo, a pesar del debilitamiento de la tormenta, el Centro Nacional de Huracanes (CNH) advirtió este domingo que «las inundaciones repentinas y las grandes inundaciones fluviales continuarán sobre una parte significativa de las Carolinas».
Más de 400 personas fueron rescatadas de las inundaciones en la comunidad de New Bern, Carolina del Norte.
El gobernador de Carolina del Norte, Roy Cooper, indicó que el riesgo de inundaciones continuará cuando menos hasta el próximo miércoles.
«Más personas ahora se enfrentan a una amenaza inminente que cuando la tormenta estaba cerca de la costa», dijo Cooper. «No puedo exagerar: las aguas de inundación están aumentando, y si no lo estas observando, están arriesgando su vida, incluso en lugares que normalmente no se inundan».
El Centro Nacional de Huracanes advirtió que partes de Carolina del Norte central y occidental y el suroeste de Virginia podrían recibir aun entre 12 y 25 centímetros adicionales de lluvia.
«Estas cantidades de lluvia producirán inundaciones repentinas catastróficas, prolongadas inundaciones significativas y un riesgo elevado de deslizamientos de tierra en el oeste de Carolina del Norte y el suroeste de Virginia», dijo el Centro Nacional de Huracanes.
Agregó que los tornados seguían siendo posibles en Carolina del Norte y el este de Carolina del Sur el domingo. Los oleajes generados por Florencia también están afectando partes de la costa este y las Bermudas, y podrían causar olas y condiciones de vida que amenazan la vida.
La Guardia Costera de Estados Unidos informó que de 20 a 30 personas fueron rescatadas el sábado de una subdivisión cerca de Jacksonville, Carolina del Norte.
El Departamento de Seguridad Pública de Carolina del Norte señaló que el sábado 658 mil personas carecían de electricidad.
De acuerdo con las autoridades, la mayoría de las muertes se han registrado en Carolina del Norte.
Una mujer y su bebé murieron cuando un árbol cayó en su casa en la comunidad de Wilmington. También una mujer murió en el condado de Pender después de sufrir una condición médica y los árboles bloquearon las carreteras hacia su casa; dos personas fallecieron en el condado de Lenoir; y tres perecieron en el condado de Duplin en incidentes separados, dijeron las autoridades.
En Carolina del Sur, una mujer de 61 años murió después de que su automóvil chocó con un árbol derribado sobre una carretera en el condado de Unión la noche del viernes.
El Departamento de Seguridad Pública de Carolina del Sur informó además que dos personas fallecieron en el condado de Horry, Carolina del Sur, por envenenamiento con monóxido de carbono, y que estas muertes se atribuyen a la tormenta.
El gobernador de Carolina del Norte dijo el sábado que alrededor de 20 mil personas se encontraban en más de 150 refugios en todo el estado.
Florence tocó tierra la madrugada del pasado viernes cómo huracán categoría 1, pero se debilito luego a tormenta tropical y este domingo se encuentra convertido ya en depresión y se espera que continúe perdiendo fuerza conforme avance hacia el interior del país.