Ciudad de México, 27 Ene (Excélsior).- Tras la publicación el pasado 15 de enero de las 12 convocatorias del Focine (Programa de Fomento al Cine Mexicano) que el Instituto Mexicano de Cinematografía concretó tras varios meses de trabajo al mando de María Novaro, la comunidad fílmica se quedó con algunas dudas con respecto a este programa que nació luego de la desaparición el año pasado del Fidecine (Fondo de Inversión y Estímulos al Cine) y Foprocine (Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad).
La principal preocupación se centra en la garantía que existirá para que se otorguen cada año los apoyos económicos a las producciones cuando se habla de buena voluntad y no existe un marco legal que garantice como tal los apoyos económicos, ya que estos estarán sujetos al Presupuesto de Egresos de la Federación, que en los últimos años ha reducido los presupuestos otorgados a los rubros culturales.
«Se garantiza porque la aprobación de Hacienda significa ese compromiso. No es un programa que nos inventamos en Imcine (Instituto Mexicano de Cinematigrafía), es un programa que se trabajó de la mano de la Secretaría de Hacienda y que en todo momento estuvo bajo su supervisión. Se hicieron además las proyecciones económicas de cómo tenía que ir subiendo el presupuesto año con año para atender los compromisos adquiridos. Entiendo que está difícil desmontar en la cabeza de los productores los parámetros que había en los otros fideicomisos (ya desaparecidos), pero la verdad es que el flujo de dinero está garantizado año con año”, expresó en entrevista con Excélsior, María Novaro.
Excélsior sostuvo una serie de charlas con algunos productores quienes coincidieron al decir que una película no se puede planear de acuerdo a los tiempos de la burocracia y cuestionaron el cómo se puede comprometer a futuros un subsidio que puede variar dependiendo de las decisiones del Poder Legislativo (diputados).
Uno de ellos fue Edher Campos, quien ha estado detrás de cintas como Año bisiesto, ganadora de la Cámara de Oro de Oro del Festival de Cine de Cannes en 2010, así como de Te llevo conmigo, fuerte candidata a los Globos de Oro de este año.
El joven productor, si bien reconoce que el Imcine ha hecho todo lo que está en sus manos para poder seguir apoyando a la comunidad de la mejor manera posible, cuestiona algunos puntos del Focine que tienen que ver con la manera de operar del mismo, ya que ahora se va a entregar el dinero de acuerdo a tus rutas (preproducción, producción, postproducción), sin contemplar imprevistos que pudieran surgir.
«Si por ejemplo filmas de octubre a diciembre y la postproducción la haces en enero, ahí hay un problema, pues el dinero que te aprueben de ahora va a ser por etapas. Entonces, si no llegas a terminar de ocupar ese recurso que se te aprobó, lo tienes que regresar al fondo y eso suena aterrador porque hay demasiadas variantes en un proceso de filmación: entre que el actor tiene que cambiar fechas, en que la locación tuvo problemas”, comentó Campos para seguir su ecplicación.
«Son temas cambiantes que se pueden manejar, pero el tema es que como productor el dinero que se te otorgó lo tienes que gastar antes del 31 de diciembre en lo que tú planteaste, entonces si por alguna razón no lo pudiste usar, lo tienes que regresar y ya no puedes usarlo para lo que estaba destinado después de esa fecha. Además no checan las comprobaciones de ese año, ya que el nuevo año es otro ejercicio fiscal y por ende muchas películas pueden quedar inconclusas”, expresó Edher Campos, quien considera que la Secretaría de Hacienda, quien está otorgando las partidas, no entiende cómo funciona la producción cinematográfica con las variantes que pueden presentarse.
Otros productores, que optaron por el anonimato, no saben qué es lo que va a pasar en el supuesto de que se termine la filmación en los tiempos señalados y te veas en la necesidad de esperar un año para poder aplicar al Focine en el rubro de la post producción.
Asimismo expresaron su preocupación ante las coproducciones con otros países, ya que al no tener garantías que aseguren el dinero para poder cubrir toda la producción, los inversores de otros países no van a querer invertir y arriesgar su dinero en un proyecto que no ofrece garantías económicas sólidas, al estar a expensas de los tiempos de la burocracia.
Entre otras de las preocupaciones está el que así como se está operando en el Focine, en donde se lanza la convocatoria en enero, se da una respuesta en mayo y se firman contratos y se otorgar el dinero en junio, sólo se van a poder rodar películas de julio a diciembre. Entonces, ¿qué pasaría con las historias que por necesidades de guion se deban filmar de enero a mayo?
«Tendrán que armar su plan de trabajo en función de la disponibilidad del dinero año con año, pero agrego otra cosa: este año elaboramos el programa (Focine), obtuvimos la autorización y quedó aceptado por Hacienda durante octubre, noviembre y diciembre de 2020 y tuvimos la aprobación y la clave presupuestaria los últimos días de diciembre, entonces abrimos la convocatoria el 15 de enero y así tocó este año, pero nuestro plan es que la convocatorias abran a finales de año de aquí en adelante, de tal manera que el dinero se dé más temprano en el año”, explicó Novaro.
Con respecto a la incertidumbre de su un filme va a poder llegar con un capital privado y poder obtener tanto Eficine y Focine, María aseguró que sí pero como sucedía con los fideicomisos, se pude o no obtener los dos estímulos dependiendo del comité evaluador.
Desde hace varios meses María Novaro ha recibido el apoyo de gran parte de la comunidad cinematográfica que valora el trabajo que ha realizado a lo largo de su gestión ante los escenarios tan variantes e inciertos que se han presentado tras la desaparición de los fideicomisos, mismos que la comunidad fílmica, entre ellos Guillermo del Toro, defendió hasta el final debido a la viabilidad, a los buenos resultados obtenidos a lo largo de las últimas dos décadas y a que eran fideicomisos sumamente auditados que no se prestaban a la corrupción.
Ante la pregunta de cómo ha vivido todo este transitar ante la desaparición de los fideicomisos, las críticas que hubo después, hasta el día de hoy en que se le dio forma al Focine, la también directora detrás de Las buenas hierbas y Danzón comentó que sí fue duro pero salió adelante.
«Sí he sentido el apoyo de la comunidad. Siempre hay unos malosos por ahí, pero fuera de eso he sentido mucho respaldo de la comunidad y mucho respaldo ante las dificultades que hemos enfrentado. Fue un trabajo muy duro, mi equipo se la rifó, yo soy la que menos sabe de esas cosas he ido aprendiendo así, a la mala, duramente, pero con el apoyo de todo mi equipo fuimos transitando. Si hubiéramos platicado a fines del año pasado a lo mejor me soltaba a llorar porque sí estuvo muy rudo entre pandemia, crisis de producción cinematográfica, desaparición de fideicomisos… Fue durísimo pero estamos muy satisfechos de que sí lo logramos”, se sinceró María.