El presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó que ningún funcionario del gobierno debe inmiscuirse en los asuntos internos de los partidos, como la renovación de la dirigencia de Morena, pues quien lo haga será sancionado.
«Debe de quedar muy claro, nadie debe de meterse en asuntos de partidos, una cosa son los partidos y otra cosa es el gobierno”, enfatizó el jefe del Ejecutivo federal en conferencia de prensa matutina previo a iniciar el primero de dos días de gira de trabajo por Puebla.
Recordó que durante muchos años luchó en contra del fraude electoral e indicó que esta práctica no tienen nada que ver con la izquierda, postura política que se relaciona con ser honesto, actuar con principios, ideales, no mentir, no robar y no traicionar al pueblo.
“El politiquero, el acomodaticio, el falsario, el hipócrita, etcétera, etcétera, etcétera, no es de izquierda, es conservador, es de derecha. Eso debe de quedar muy claro. Entonces, nadie debe de inmiscuirse”, sostuvo el presidente.
López Obrador planteó que si hay alguien en el gobierno que quiere hacer trabajo partidista, debe renunciar al gobierno e irse a hacer trabajo en los partidos o en el partido que sea.
“No vamos nosotros a permitir que se use presupuesto, que servidores públicos se entrometan en los asuntos de los partidos. Es, en efecto, un delito”, dijo al señalar que el funcionario público que incurra en esta práctica tiene que ser sancionado.
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