Ciudad de México, 7 Dic (El Siglo de Torreón).- Sin máscara en el ring y con la piel cubierta de purpurina, así sube al cuadrilátero de la lucha libre mexicana Cassandro, el protagonista del nuevo largometraje del actor y productor Gael García Bernal, quien reconoce que interpretar este papel le «liberó» y le ayudó a conocerse a sí mismo.
El filme biográfico disponible en Prime Video narra cómo Saúl Armendáriz -un luchador gay que vive en la frontera entre Estados Unidos y México- se enfrenta a sus demonios del pasado construyendo a Cassandro, un personaje bello e imbatible que rompe con los moldes tradicionales de la masculinidad y muestra la particular realidad migrante entre El Paso y Juárez.
“Saúl Armendáriz hace a Cassandro para conocerse a sí mismo, para saber quién es y eso es lo que hago yo (como actor), interpreto otros personajes para poder liberarme y saber quién soy y quién quiero ser, es un juego existencial”, reflexiona el actor mexicano en una entrevista con EFE durante la promoción de la película en la Fundación Casa de México en España.
Con más de treinta años de trayectoria, García Bernal (México, 1978) se ha consolidado en un símbolo del cine internacional al haberse metido en la piel de papeles dirigidos por el español Pedro Almodóvar, el chileno Pablo Larraín y los cineastas mexicanos Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñárritu.
En esta ocasión, el actor, acompañado por Bad Bunny como aliado en la cinta, estuvo bajo la dirección del estadounidense Roger Ross Williams para erigir con un estilo ochentero y desatado la figura de Cassandro, uno de los luchadores mexicanos más importantes en la categoría de los ‘exóticos’, un término que se utiliza para nombrar a los combatientes que portan vestimentas afeminadas.
En esta ocasión, el actor, acompañado por Bad Bunny como aliado en la cinta, estuvo bajo la dirección del estadounidense Roger Ross Williams para erigir con un estilo ochentero y desatado la figura de Cassandro, uno de los luchadores mexicanos más importantes en la categoría de los ‘exóticos’, un término que se utiliza para nombrar a los combatientes que portan vestimentas afeminadas. EFE/ Prime Video
Una historia de frontera
“Saúl creció con la pared (de la frontera) mirando su jardín y cuando eres fronterizo ese muro lo quieres desconocer todo el tiempo”, dice y es que “¿qué es esa chingadera?” y se responde “un monumento a los aspectos más ridículos de la humanidad”.
Siendo un aficionado de la lucha libre, García Bernal ya conocía a Cassandro, pero admite que Williams, ganador del Óscar en 2009, lo conocía aún mejor, pues cuando lo llamó y lo citó en un bar de Nueva York para hacer la película, él ya había rodado el cortometraje ‘The man without a mask’ (2016) sobre el luchador.
Ese encuentro ocurrió en 2021: “una época complicada porque era la pospandemia, pero en mí me resonó inmediatamente la locura de poder interpretar este personaje, de subirme al ring”, afirma el productor de la compañía La Corriente del Golfo, la casa productora mexicana de la cinta.
Para García Bernal, de pronto “hay caminos que te permiten formarte más como ser humano”, y confiesa que hacer Cassandro fue uno de ellos.
Además, insiste que esta película existe para evidenciar ciertas realidades, como lo son los asesinatos a las personas LGBTI en su país, siendo el homicidio de Jesús Ociel Baena, magistrado de género no binario, el ejemplo más reciente.
Ante la pregunta de si el cine puede ayudar a la reflexión de ciertos problemas globales, responde que, por ejemplo, “el documental” es una de las “tangentes” del arte que está “reuniendo distintas realidades objetivas y subjetivas” para hablar de asuntos como “la catástrofe climática”, una de las causas con las que más se ha involucrado en los últimos años.
Fue así que produjo series como El Tema (2021), donde, acompañado de la escritora y lingüista mexicana Yásnaya Aguilar, expuso con casos reales el verdadero impacto de la crisis climática en distintos estados de México.
Con cierta preocupación en la mirada, Gael García Bernal admite: “hay muchas cosas que se pueden hacer, pero la alternativa de escaparse de esto (la crisis climática) no creo que sea posible”.