Tras una jornada electoral marcada por la polarización, las protestas civiles y la Covid-19, Estados Unidos se encuentra en el proceso de conocer a su cuadragésimo sexto presidente. Para Nadia Castillo Romero, directora del Departamento de Ciencias Sociales de la Ibero Puebla, se trata de un evento para reflexionar, no solo por nuestra cercanía con este país, sino por su influencia en temas económicos, sanitarios y de seguridad.
Las elecciones en EE.UU. se dan a través de votación directa y del Colegio Electoral, el cual es responsable de decidir quién será el nuevo mandatario. La judicialización del proceso forma parte del Estado de Derecho en caso de que el resultado no sea lo suficientemente contundente. Así lo expresó José Luis García Aguilar, académico de la IBERO Puebla, durante la mesa de diálogo virtual.
Como en toda democracia, el voto debe contarse, lo cual tomará tiempo; es probable que el resultado final se sepa hasta el viernes. “A pesar de todas las críticas, la democracia norteamericana es madura: hay procesos claros y participación amplia, aun en la pandemia”. El catedrático aclaró que, pese a que el presidente Donald Trump ha descalificado el proceso, el fraude que acusa todavía no es comprobable.
Por otro lado, subrayó la polarización social del país vecino, evidenciada por la estrechez en el resultado. Señaló que, aunque el republicano pierda, el trumpismo quedará presente en la vida pública de Estados Unidos. Por tanto, Joe Biden tendrá la encomienda de reconstruir el tejido social a nivel nacional y en las relaciones con otros países.
Para gestionar posibles controversias, los demócratas pidieron a su electorado que votara de forma anticipada. “Es una elección muy competida. El gran tema era que Trump iba a cuestionar el resultado de las elecciones porque se sabía que iba a depender de un grupo de estados pivote”, explicó Gustavo Vega Cánovas, secretario general en El Colegio de México.
Si bien fue creado para prevenir la llegada de líderes populistas, el sistema electoral norteamericano no funciona más. El experto cuestionó el verdadero valor del voto popular, el cual ha impedido que exista un proceso más ágil y que históricamente ha beneficiado al Partido Republicano.
Mirada internacional
Desde la perspectiva canadiense, Laura Macdonald, profesora de la Universidad de Carleton, expuso que se teme por los disturbios urbanos que pueda suscitarse derivado de la jornada electoral. “El 68% de los canadienses creen que habrá un colapso total en el sistema político estadounidense”.
Con la llegada de Trump a la oficina oval, han surgido tensiones relacionadas con el comercio. La académica compartió que la frontera terrestre entre ambos países se encuentra cerrada desde marzo, lo cual ha vulnerado a trabajadores de áreas como el comercio y el turismo y que podría tener efectos negativos graves a largo plazo.
De igual manera, ha habido un impacto fuerte en las cadenas de suministro. La victoria de Biden, argumentó Macdonald, podría recuperar la potencialidad de la relación estratégica basada en el libre comercio. Además, se disiparía la normativa que señala a Canadá como una amenaza a la seguridad del país, lo cual derivó en la imposición de aranceles en metales.
Existen amplias discordias en las agendas ambientales entre los gobiernos estadounidense, canadiense y mexicano. “Si ganara Biden, es más probable que haya mayor presión para que México cumpla con acuerdos en este tema”, explicó el Dr. Enrique Cárdenas Sánchez.
El académico de la Ibero Puebla exploró algunos asuntos que conciernen a nuestro país con respecto a la elección en EE.UU. México se ha convertido en tercer país seguro, eso lo compromete a retener a los migrantes centroamericanos que buscan el sueño americano. Esta situación podría cambiar si gana el originario de Pensilvania, optando por políticas que procuren el respeto a los derechos humanos.
Otras aristas bilaterales podrían permanecer intactas sin importar quién gane, como es el caso de la inversión extranjera y las agencias internas de seguridad. Sobre el impacto en las elecciones intermedias de México en 2021, Cárdenas Sánchez indicó que la victoria demócrata podría traer una modificación en la retórica de las noticias falsas, así como una disputa por hacer valer las políticas internas.
Presente y futuro
Como explicó Christopher Sands, catedrático de la Escuela de Estudios Superiores Avanzados de la Universidad Johns Hopkins, Trump ha resignificado al Partido Republicano, el cual se presenta como un partido populista y nacionalista con influencia en la clase trabajadora. “No se tomó en cuenta que la mayoría de los votantes se auto califican como minorías: inmigrantes, personas negras, hispanos…”.
Señaló que los próximos cuatro años serán complicados, independientemente de quién gane, debido a la transición que viven ambos partidos. El cambio más importante de la elección es la consolidación de los miléniales como la mayor fuerza electoral, quienes tienen una actitud política más incluyente; al mismo tiempo, también son más cínicos ante la nación que están heredando.
Estados Unidos es una sociedad fragmentada, donde cada estado juega una elección distinta: mientras el demócrata arrasó en California, el republicano lo hizo en Texas. “No hay un comportamiento electoral coherente. La costa Este y la Oeste las dominan los demócratas; el centro sur es controlado por los republicanos”, comentó el Dr. Miguel Calderón Chelius.
Además de desmitificar el voto latino debido a su pluralidad, el coordinador de la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública de la Ibero Puebla estableció que la crisis de EE.UU. está demostrando la importancia de las instituciones, mismas que en México se han debilitado considerablemente.
Finalmente, Theodore Kahn, investigador de la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo), retomó el tema del sufragio latinoamericano, el cual se inclinó a favor de Trump en Florida. Esto se logró gracias a la campaña, dirigida poblaciones de origen cubano, venezolano y colombiano, que ilustraba a Biden como un personaje de extrema izquierda como Hugo Chávez y los hermanos Castro.
El gobierno de su natal Colombia, con orientación de derecha, ha buscado una alianza con el gobierno de Trump, lo cual ha llevado al país sudamericano a dividir sus orientaciones políticas internas. Refiriéndose al aun presidente norteamericano, cerró: “Esta administración tan extrema termina polarizando a los países de la región con consecuencias negativas para su gobernanza. Esto cambiaría con una administración de Biden”, finalizó.