La organización de los tres debates que protagonizaron los candidatos a la Presidencia de la República costó 56 millones de pesos, 36 millones más del presupuesto originalmente acordado por el árbitro electoral.

El presidente de la Comisión Temporal de Debates, el consejero electoral Benito Nacif, aportó en entrevista la cifra este viernes, horas antes de que por la tarde se presentara el informe final del órgano.

«El costo superó con mucho lo programado por diversas razones», dijo Rubén Álvarez, director de comunicación social del INE, a la sazón secretario técnico de la Comisión.

El funcionario apuntó como razones que el monto original fue aprobado antes de que se supiera el número de candidatos, el traslado del equipo de producción a Tijuana y Mérida -sedes del segundo y tercer debate, respectivamente-, y la seguridad para los ejercicios, «que significó un gasto no previsto».

Después de solicitar que fuesen «desagregados» los gastos de cada uno de los tres ejercicios, el consejero Marco Baños hizo notar que tan sólo el «acomodo de la escenografía» del debate de Mérida -con restos de meteoritos y figuras de barro- había implicado un gasto mayor al que implicaron el primer y segundo

De acuerdo con el informe, el primer debate celebrado en el Palacio de Minería, en la Ciudad de México, costó poco más de 10 millones de pesos; el segundo, en la Universidad Autónoma de Baja California de Tijuana, 17 millones, y el tercero, en el Gran Museo Maya de Mérida, 20 millones.

Con información de Reforma